Para el platonismo originario, el cuerpo es sombra, reflejo de la idea de la corporeidad. Cárcel para el alma es el cuerpo, llegó a sustentar el filósofo antiguo. Una metáfora importante para el lenguaje posterior de la Patrística, que sobre él descansa, como fundamento del cristianismo.
Para otras religiones, el cuerpo no es más que recipiente transitorio de un alma, divinamente tocada, que se irá a la eternidad; o bien, transmigrará por los siglos de los siglos y reencarnará en otros cuerpos, humanos o animales, dependiendo de la gratificación o el castigo a que haya estado destinada. Para el cristianismo, el cuerpo es templo. Esta metáfora esde inmenso valor para la comprensión de la articulada relación entre cuerpo, signo, moda, poder y saber.
El cuerpo es, de acuerdo con el filósofo francés Michel Foucault, la superficie donde se inscriben las relaciones microfísicas del poder, la ideología y el saber. Espacio de concreción del ejercicio y de la resistencia a las relaciones de poder y dominio. A través de una reflexión arqueológica neonietzscheana sobre el cuerpo y su relevancia para la ciencia médica, la siquiatría, la política, la literatura, la sublimación, la gratificación o el castigo, Foucault ve en el cuerpo la estructura icónica para la manipulación y el control, físico e ideológico, del individuo en la sociedad del siglo XX.
Pensamiento que remite a la estructura del panóptico de Bentham. A través del cuerpo, la sociedad, vigilante y vigilada, oprime o libera.
Por medio de relaciones simbólicas y de dominio fáctico el cuerpo permite que el sujeto se exprese, mediante la inscripción de signos, símbolos o caracteressobre su propia superficie (los rasgos jerárquicos por deformaciones en sociedades tribales, las pintaderas para la guerra o para las ceremonias religiosas, el pelo largo, la barba, los tatuajes, la alta costura); o bien, a través del cuerpo la sociedad te silencia (la cárcel, la enfermedad, el contagio epidémico o la tumba).
“El cuerpo, superficie de inscripción de los sucesos (mientras que el lenguaje los marcay las ideas los disuelven), lugar de disociación del Yo (al cual intenta prestar la quimera de una unidad substancial), volumen en perpetuo derrumbamiento. La genealogía, como el análisis de la procedencia, se encuentra por tanto en la articulación del cuerpo y la historia. Debe mostrar al cuerpo impregnado de historia, y a la historia como destructor del cuerpo”, dice Foucault.
Roland Barthes hace una reflexión semiológica interesante sobre la moda a propósito de los mitos de la sociedad de fines del siglo XX. La moda es un lenguaje; una suerte de discurso icónico del cuerpo, un subsistema de símbolos interpretado por un sistema simbólico mayor o interpretante que es la lengua-cultura. La moda es uno de los santuarios de las mitologías de la sociedad en el capitalismo industrial más avanzado. El afán por vestir el cuerpo es un mito más de la sociedad.
La moda es una provocación conservadora o revolucionaria. Su discurso ha instaurado, en base a subterfugios metafóricos que revisten una finalidad de orden económico y de preeminencias culturales, una nueva concepción de la estructura corporal, capaz de someter al individuo actual a presiones sicológicas y socioeconómicas, que a su vez han ampliado los códigos de enfermedades físicas y mentales en las culturas actuales.
El vestido, en tanto que propuesta de signos y símbolos sobre el cuerpo, ha puesto en jaque el natural grado cero indumentario de la corporeidad prebíblica.Spinoza dijo alguna vez, que nadie sabía acerca de lo que podía un cuerpo. ¿Se refería al cuerpo desnudo o vestido? No lo sabemos.