Miami (EE.UU.).-La comunidad cubana de Miami conmemora hoy el vigésimo aniversario de la denominada “crisis de los balseros”, cuando más de 50.000 cubanos se echaron al de Marzo para alcanzar EE.UU., con un programa que incluye testimonios, una exposición de pintura y la construcción de una balsa.
En opinión de Alicia García, directora de la fundación Éxodo 94, responsable de los actos conmemorativos, lo que hoy se conmemora y recuerda, sobre todo, es la memoria de quienes “no llegaron a conseguirlo (llegar a EE.UU.) y se ahogaron».
Uno de los principales actos por el aniversario es una ofrenda de flores blancas en una parte del lago del parque Amelia Earhart, en la ciudad de Hialeah, aledaña a Miami.
“Queremos resaltar el valor de este momento histórico, que, a pesar de haber sido el último ocurrido de esta envergadura en las dos últimas décadas, ha permanecido en el silencio”, dijo García.
En medio del descontento social por las privaciones que trajo el llamado “periodo especial” (la crisis producida en Cuba por la caída de la URSS), el Gobierno de Fidel Castro autorizó en 1994 la salida de quienes desearan irse por sus propios medios de la isla.
Las fuentes oficiales hablan del éxodo de unos 50.000 balseros en esas fechas de 1994, pero la fundación de Miami considera que fueron unos 90.000 los que se echaron al de Marzo en endebles embarcaciones, de los que cerca de 60.000 murieron ahogados en el estrecho de Florida.
Varios de los balseros que realizaron esa travesía entre el horror y la esperanza que ha marcado sus vidas para siempre prestarán testimonio en los actos conmemorativos.
Entre estos figura Sergio Lastres, pintor, quien tenía 29 años cuando decidió echarse al de Marzo con su mujer, Elsa, y otros 16 cubanos en una balsa construida a base de tubos de aluminio y neumáticos.
Lastres exhibe con motivo del vigésimo aniversario algunos de los cuadros que pintó en la Base Naval de Guantánamo, donde permaneció ocho meses tras ser rescatados por guardacostas de EE.UU.
Pero no duda el artista cubano de que fue la organización de exiliados cubanos Hermanos al Rescate, con sus diez avionetas, la que desempeñó un papel providencial en el rescate de su grupo.
Cuenta que la resignación ya había cundido entre ellos ante lo que parecía inevitable cuando, de repente, “apareció en el cielo una avioneta que nos divisó”, recuerda, para agregar- era una avioneta de Hermanos al Rescate, “a ellos les debemos la vida».
Precisamente, José Basulto, fundador de Hermanos al Rescate, evoca para Efe aquellos días de horror en que “muchos balseros se ahogaron, algunos arrojándose al agua, al pasar de los días, entre “alucinaciones en las que creían ver a su mamá que les venía a rescatar».
Volábamos por el estrecho de Florida y divisábamos continuamente “balsas vacías, ahogados”, prosigue Basulto, para quien la conmemoración de hoy tiene un valor muy “emotivo y triste».
“Fue horrible”, chicos en neumáticos a la deriva…. hasta el punto que denominamos a esa situación la “ruleta rusa cubana. Era suicida”, pero “ayudamos todo lo que pudimos y salvamos a muchos”, destacó.