La Habana.- La Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) donó más de 20 millones de dólares para colaborar con Cuba en el montaje de parques fotovoltaicos solares en el municipio especial Isla de la Juventud, reportaron este sábado medios locales.
La instalación, inaugurada la víspera por el primer ministro cubano, Manuel Marrero, es un sistema de baterías de litio de descarga rápida que “permite compensar las fluctuaciones provocadas por la inestabilidad de la generación fotovoltaica”, según el diario oficial Granma.
El proyecto permitirá reducir el uso de combustibles fósiles en la generación y mejorar el suministro de energía eléctrica en ese territorio, acorde con la fuente. Con ello, el sistema eléctrico en la Isla de la Juventud alcanzaría un 20 % de producción de energía con fuentes renovables, aseguró el director de la empresa estatal Unión Eléctrica, Alfredo López.
Marrero agradeció al embajador de Japón en Cuba, Hirata Kenji y al representante residente de Jica en el país caribeño, Ashida Tatsuya, por la donación. También reconoció a los ingenieros cubanos y japoneses que trabajan de conjunto en la obra.
El primer ministro cubano reiteró el objetivo del Gobierno de transformar la matriz energética y con ello rebajar la dependencia de los combustibles fósiles para generar energías limpias. El Gobierno cubano aspira a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, que actualmente suponen el 95 % de la producción energética nacional, y especialmente de la importación de crudo, por el esfuerzo en términos de divisa que supone.
El plan nacional de transición energética persigue que para 2030 el 37 % de su mix energético provenga de fuentes renovables, aunque actualmente apenas supone el 5 % y las inversiones en este ámbito son mínimas. Cuba afronta desde hace tres años una crisis multidimensional que tiene también su reflejo en el ámbito energético.
Los apagones por falta de capacidad de generación son bastante frecuentes. El Sistema Eléctrico Nacional cubano se encuentra en una precaria situación, con sistemas de generación y distribución obsoletos y un déficit crónico de mantenimientos e inversiones.
A eso se suman los problemas financieros del país para adquirir combustible.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico han sido motivo de malestar social en el país y uno de los detonantes de las protestas de los últimos dos años, incluidas las del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas.
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