José Miguel de la Rosa.
Parte de la población está mostrando descontento y ha comenzado a criticarles a algunos funcionarios públicos acciones que en el pasado satanizaban, y que por el discurso que vendieron de que eran diferentes a los que gobernaron hasta 2020, lograron poner de su lado a la mayoría de los electores que les depositó su confianza a través del voto.
Siempre he dicho que el presidente Luis Abinader viene haciendo un gran esfuerzo porque las cosas marchen bien en el país, pero algunos de los que le acompañan no han sabido sintonizar la misma frecuencia en la que está la cabeza del Equipo.
Pero presidente, usted que ha tenido que involucrarse directamente en algunas instituciones para que funcionen, o ha tenido que poner a la vice, recuerde cada designación que ha hecho es para que a quienes les tocó hagan la labor correspondiente en beneficio de la gestión.
Ese embriague de poder en el que permanecen algunos servidores, desde que fueron designados, no es diferente al que se le atribuye a sus antecesores, sin embargo, eso no les ha servido de espejo, quizá creyendo que no les pasaría igual, porque tienen todo el poder y pueden decidir, igual que sus antecesores.
Se están comportando como que les importa poco lo que piense la gente, y se han dedicado, algunos, a hacer y proponer cosas que no caen bien, para luego poner la reversa cuando cae la lluvia de críticas, algo que pudiera evitarse porque parecen absurdas.
Y aquí quiero separar algunos temas, como la propuesta de reforma fiscal, que aunque tenía capítulos a los que la sociedad dijo que no, todos estamos de acuerdo en la necesidad de la misma.
Tengan cuidado y aterricen, porque hasta ahora no existe ninguna ley en la que se establezca que les suceda peor que sus antepasados todopoderosos, a los que ustedes ayudaron a sacar del poder, casi a patadas.
¿Y por qué pudiera pasarles peor? Por la sencilla razón de que el pueblo se pudiera sentir engañado con quienes se vendieron como diferentes y fueron igual o peores.
Dedíquense a ponerle atención a las necesidades y reclamos de la gente, escuchen más allá de su círculo cercano que le aplaude todo lo que hacen y dicen, pongan los pies sobre la tierra, contribuyan a cambiar la mala imagen que están creando al Gobierno, y siempre tengan presente que donde usted está hoy, ya ha habido, y habrá, otros.
