Ese día no querías ir al trabajo. Era más que la haraganería de querer quedarse en casa haciendo nada. No. Ese día fue distinto. La mejilla hinchada, el ojo rojo, el brazo costillas hinchadas… ¿Qué decir en el trabajo? ¿Qué te caíste? ¿Qué resbalaste y te diste con el borde de la mesa? ¿Qué chocaste o que un carro te chocó? ¿Qué un motorista te chocó?
Todas las historias posibles antes de decir la verdad: que el hombre con quien vives casi te mata a golpes. No podías dejar en evidencia ante la sociedad, ante tu familia y ante tus propios hijos, que el hombre con el cual convives es un agresor, que te golpea, que también te abusa emocionalmente, que te viola sexualmente cuando no quieres estar con él y que cada día te amenaza con que ese puede ser tu último día.
Un hombre que, por demás, para todo el mundo es un hombre “tranquilo, sano, bueno, proveedor”. Y entonces por todo esto y por tanto más, es difícil que vayas a denunciarlo.
Sí, es difícil pasar de ser la mujer “felizmente casada con el hombre que ama y con hijos hermosos e inteligentes”; de ser la profesional exitosa; de ser la miembro de iglesia fiel y ejemplar; de ver la violencia contra la mujer sólo en noticias y en campañas educativas y comerciales, a ser esa mujer víctima de violencia; pasar a ser esa mujer que tiene que ir a una fiscalía a poner una denuncia y que su mundo quede al descubierto.
Y entonces se hace tan difícil denunciar. Es tan duro dar ese paso…
Pero como tú, hay miles de mujeres víctimas del terror cotidiano de ser amenazadas, violadas sexualmente y golpeadas, envueltas en ese maldito círculo de violencia, que un día dijeron “hasta aquí” y fueron a denunciar.
Hoy te animo a que si eres víctima de violencia, que denuncies. Pero si antes de denunciar te quieres sentir más segura para dar tu paso y tener más información, puedes llamar a la línea VIDA 809-200-1202 (sin cargos, esta línea es de la Procuraduría general de la República); también puedes llamar a la línea de Apoyo a la Mujer del Ministerio de la Mujer *212 (desde tu celular marcas *212 y listo).
Llamé a los dos números y me respondieron de inmediato. Así que puedes llamar a confianza. Hazlo por tu vida.