En el contexto de una economía cada vez más globalizada, el rompe cabeza de mayor dificultad que enfrentan los bancos centrales es la cuantificación precisa del nivel optimo de reservas internacionales que se deben acumular. Pues en la literatura económica y la praxis de los Bancos Centrales generalmente se tiene el convencimiento que a las economías les convienen almacenar reservas internacionales equivalentes a 3-4 meses de importaciones, aunque en la realidad, esta cifra no es muy precisa.
A la Luz de la razón, se trata de que el nivel recomendable de reservas internacionales tienda alterarse de país a país. Por tal razón, se podría afirmar que el nivel deseable de reservas internacionales está en función del tipo de cambio predominante en cada país, de la estructura de su comercio exterior, así como del coeficiente de apertura que exhiba su economía.
Pero resulta que las razones más poderosas por las cuales los bancos centrales acumulan un mayor volumen de reservas internacionales tienden a variar de país a país. En tal sentido, una interpretación más objetiva se atribuye a la necesidad de garantizar liquidez para las transacciones internacionales, ya sea de origen pública o privada.
El enfoque expuesto ha generado múltiples discrepancias entre los economistas ya que para muchos esto se torna más relevante en países donde se implementa el control de cambios, en virtud de que el banco central desempeña una misión monopolizadora de la liquidez cambiaria. Pero otros economistas orientan y justifican sus argumentos sobre el hecho de que, cuando el tipo de cambio es establecido por el mercado, ya sea con un tipo de cambio libre o ajustable, el papel del banco central se reduce y, por tanto, la necesidad de acumular reservas internacionales.
En tal virtud, es más razonable afirmar que un mercado libre, por sí solo, no garantiza unos niveles suficientes de liquidez para realizar las transacciones internacionales. Y esa es una razón poderosa por la cual los bancos centrales deben, siempre, acumular reservas como garantía para llevar a cabo las operaciones de crédito e inversión extranjera cuando el país no goza de suficiente credibilidad en los mercados internacionales, lo cual tiene mayor comprensión en la coyuntura actual, derivada de la crisis sanitaria que perturba a las economías y finanzas internacionales.
Concomitantemente, se debe tener presente que el interés por la acumulación de reservas internacionales con la finalidad de garantizar liquidez para las operaciones internacionales de un país con el resto del mundo, está asociado al coeficiente de apertura del mercado cambiario, la estabilidad del comercio exterior y el acceso que se tenga a los mercados internacionales de capitales. En adicion, otra justificación para almacenar reservas internacionales es la necesidad internacional, lo cual obliga a intervenir sobre el mercado de cambios con el objetivo de reorientar el tipo de cambio e, incluso, controlar la inflación.
Por todo lo expuesto, se puede interpretar mejor que el monto de de reservas internacionales que conserve un banco central se convierte en una herramienta eficaz para contrarrestar fluctuaciones violentas del tipo de cambio en el corto plazo y para desactivar los elementos de la demanda agregada que pueden producir inflación. Es en tales circunstancias que se puede establecer la inexistencia de un estándar adecuado de reservas internacionales para todos los países y tal situación tendrá sus mayores comprobaciones empíricas en el corto plazo en la medida que se profundice la crisis económica.
A raíz de la crisis sanitaria, los diferentes gobiernos del planeta han tomado medidas fiscales y monetarias para contrarrestar ese malestar. No obstante, muchos países entraron a la crisis con una alta fragilidad económica, en el orden presupuestario y de endeudamiento público, situación que explica el deterioro gradual en el tipo de cambio, lo que puede ser muy riesgoso, dado que solo los bancos centrales se han convertido en los únicos abastecedores de divisas para los pagos internacionales, cuando lo que sugieren las circunstancias es que los niveles de reservas san mayores.