Santo Domingo.- Desestructuración familiar, cultura conflictiva y falta de equilibrio entre medios y fines son algunas de las causas que contribuyen en el proceso de formación de una subcultura criminal en la sociedad.
Así lo explicó el psicólogo clínico Luis Vergés Báez, quien indicó un delincuente o sicario ve sus acciones de manera normal, ya que en la sociedad existe una estructura permitida al uso de medios ilegítimos.
«Las personas se valen de ese método como el sicariato y en esa subcultura eso ellos ven sus actos como normal, ellos no sienten culpa ni remordimientos», dijo al ser entrevistado en el programa radial Cuentas Claras, que se transmite por La Nota 95.7 FM.
«Cuando las sociedades se debilitan en sus valores, principios, sus instituciones van perdiendo capacidad de educar a las personas en el componente fundamental de mantener un equilibrio entre esos fines que se propone y usar medios legítimos para lograrlo, de ahí surge lo que se llama la subcultura criminal», manifestó.
Vergés Báez aclaró que el sujeto considera sus acciones normal porque para él no hay límites, pues debido a la subcultura criminal lo que hace es visto como legitimo y normal.
«Como sociedad tenemos que tomarlo en cuenta porque para fines de políticas preventivas de este tipo de acciones criminales una de las cosas mas importantes es reinventemos o reivindicar la posibilidad de visibilizar cada vez mas los medios legítimos y que las instituciones se muestren a una para poder lograr esa reivindicación», sostuvo.
Explicó que las personas pierden mucho tiempo visibilizando solo para los fines y se pierde de vista el equilibrio dando paso a la construcción de una sociedad inmersa en un estado de anomia social.
El psicólogo planteó que una anomia social surge cuando las reglas sociales se han degradado o ya no son respetadas por los integrantes de una comunidad.
En ese sentido, exhortó a las instituciones estar alertas para no caer en ese estado al que la sociedad dominicana va caminando.
«Cuando las personas se van sumergiendo más en la legitimidad para lograr sus fines y los convencionales que creen en metas con medios legítimos cada vez más van desapareciendo y van surgiendo lo que se llaman los innovadores, que es el que te acepta los fines, pero no te acepta los medios legitimos para obtenerlo», argumentó.
Comportamiento de un sicario
El también terapeuta familiar aseguró que una persona que incurre en hechos delictivos pasan por un proceso de desvinculación temprana como producto de no educarse formalmente en el proceso de socialización con vínculos primarios.
«Esas personas se van insensibilizando porque está totalmente desvinculado y se traduce a una desvinculación con otro escenario social, si para esas personas no encuentras actividades de involucramiento en su proceso de desarrollo», al considerar que dichos sujetos deberían encontrar en la sociedad una forma de canalizar su desvinculación familiar a través del arte, la cultura y el deporte.
Vergés Báez cree que cuando el sujeto no logra establecerse en actividades recreativas esto aumenta la situación de riesgo para que se se siga desvinculando hasta que llega el momento en que ya no tiene compromiso social.
El especialista asegura que la conducta adoptada por un sicario surge por un proceso de interiorización que ellos vivieron en su pasado y que no tiene nada que ver con su autoestima.
«Llega un momento donde la autoestima pasa a un segundo plano y lo que predomina en esta persona es la normalización que han hecho de ese tipo de vida porque ya lo han practicado y ya lo han valorado tanto que ellos lo ven como normal», enfatizó.
A este fenómeno es llamado sesgo de bajo impacto, un nivel donde los sicarios creen que no les va a pasar nada y que son invencibles.
Por esa razón, el psicólogo hizo un llamado a fortalecer el sistema de justicia dominicano con un régimen de consecuencia que impida que los sicarios alimenten el sesgo y se produzca el «efecto llamada».
Definió el efecto llamada como la réplica de la conducta que otros adoptan cuando ven a quien delinquen cometer fechorias sin recibir una pena o condena.
Caso David Ortiz
Luis Vergés lamentó los casos de violencia que se han desencadenado en los últimos meses y que haya una reflexión del comportamiento social de un individuo luego de que haya ocurrido un hecho.
Respecto al caso del expelotero de Grandes Ligas David Ortiz, quien fue herido de bala el pasado domingo en Dial Bar & Lounge mientras compartía con un grupo de amistades entre las que se encontraba el comunicador Jhoel López, quien también resultó lesionado en el incidente.
El terapeuta dijo que la banda que intentó asesinar al Big Papi cometió muchas torpezas y que la misma se debe a su coeficiente intelectual resultado de un poco desarrollado potencial tras ingresar al bajo mundo.
«Hay una tendencia en subgrupos y subculturas a burlarse de los valores solo porque están cansados de esos valores y en la medida que nos burlamos de los valores tradicionales viene la subcultura de la falta de esfuerzo», deploró.
Tras analizar la letra de canciones de algunos artistas urbanos, Vergés considera que es una subcultura que se oferta y que se vende, pero que esa letra produce al final un problema social.
Por otro lado, llamó a los medios de comunicación a darle valor al contenido que se difunde, pues todo mensaje que se burle de los valores influye en el pensamiento de la ciudadanía.
«Todo lo que se difunde a través de un medio de comunicación tiene valor desde el punto de vista del mensaje e influye y condiciona el pensamiento y a eso no le han querido dar importancia».
Finalmente exhortó a que se emita a la ciudadanía otro tipo de mensaje, entre las premisas destaca: que el mundo debe ser benévolo, que las acciones tengan un sentido y que el ser humano sea el centro.
«Todas las instituciones del Estado, la familia y los medios de comunicación debemos a empezar a educar y rechazar cualquier mensaje que desvirtúe las premisas porque sino dentro de 10 o 15 años no vamos a tener la sociedad sino un estado completo de anomia social», recomendó.