República Dominicana está aperturando un ciclo olímpico muy interesante, que incluye ser sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2026, por lo que el funcionario que represente al presidente de la República en Deportes debe tener características especiales.
Es muy importante que sea un gerente, que sepa manejar los recursos económicos, priorizando las verdaderas necesidades del sector.
Se necesita, de manera urgente, un ministro conciliador, debido a que en la actualidad el movimiento deportivo atraviesa por la peor crisis en su historia.
El actual ministro Francisco Camacho es señalado como un “atizador” de esa crisis, la cual utilizó para sacar provecho particular, colocando en posiciones importante del Comité Olímpico Dominicano (COD) y en la Misión en los pasados Juegos Olímpicos a personas de su entorno o cercanos a él.
Es imperativo que el nuevo ministro sea un aliado de los atletas, que son la verdadera razón de ser de ese Ministerio. Es imperdonable que Camacho no acompañara a los atletas en sus momentos de gloria.
Fíjense en estos tres ejemplos: No acompañó a Al Horford cuando se convirtió en el primer dominicano en ganar un título de NBA.
La serie llegó a estar 3-1 y cuando se trasladó a Boston para el quinto partido, siendo un momento perfecto para acompañarlo en nombre del Gobierno dominicano.
Aseguro que nunca lo olvidaría ese gesto.
Camacho tampoco asistió a la exaltación de Adrián Beltré en Cooperstown. Y para colmo, no se vio en ninguna imagen acompañando a Marileidy Paulino luego de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
El próximo ministro debe retomar los programas recreativos en los barrios. Todos recordamos los programas de Jaime David Fernández Mirabal, quien en su gestión en Miderec le dio vida al Centro Olímpico, Parque del Este, la Barranquita y otros centros deportivos, con miles de niños y jóvenes, disfrutando de las prácticas deportivas, apartándolos de la delincuencia que tanto afecta al país.