Rayán.- Luka Modric llevó otra vez la batuta para que Croacia obtuviese el tercer lugar en el que pudo ser la última presentación del volante en una Copa del Mundo. Los subcampeones del torneo de Rusia 2018 se colgaron otra medalla tras vencer el sábado 2-1 a Marruecos en el duelo por el tercer puesto.
Mislav Orsic firmó el gol decisivo poco antes del descanso en el estadio Jalifa Internacional para darle una despedida triunfal a Modric, en caso que este fue su último partido en un Mundial. Con 37 años de edad encima, tal escenario es lo más probable, aunque no se descarta que acuda al Campeonato Europeo de 2024.
Josko Gvardiol adelantó a Croacia a los siete minutos, pero Achraf Dari apenas dos después. Se trata de la segunda que Croacia se lleva el tercer puesto. También alcanzó esa posición en su primer Mundial como nación independiente en 1998.
Después de convertirse en la primera selección africana en alcanzar las semifinales en un Mundial, Marruecos cerró con un par de derrotas. Pero los logros del equipo en Qatar dejaron una huella imborrable y despertaron el orgullo en el mundo árabe.
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La final entre Francia y Argentina se jugará el domingo en el estadio Lusail. El duelo por el tercer lugar es visto con desdén por sus protagonistas, una exhibición sin nada importante en juego. Walid Regragui, el técnico de Marruecos, lo describió como un “premio de consuelo” en la previa.
Pero el trámite fue de dientes apretados entre dos naciones que excedieron las expectativas en Doha. El esfuerzo físico de las últimas semanas se hizo notar al promediar el segundo tiempo cuando ambos equipos debieron realizar múltiples cambios por jugadores lesionados o mermados.
Los marroquíes no se amilanaron y buscaron el empate hasta los último. Estos equipos ya habían empatado 0-0 al debutar en la fase de grupos y alcanzaron las semifinales gracias a defensas impenetrables, acumulando seis partidos entre sí en los que no encajaron goles.
Quizás sueltos al disputar un partido de menor relevancia, los goles no tardaron. Otro factor, en el caso de Marruecos, fue que su defensa quedó menguada por las bajas de tres titulares de su defensa: Romain Saiss, Nayef Aguerd y Noussair Mazraoui.
El impacto de esas ausencias se hizo notar cuando Croacia abrió la cuenta con una definición de palomita de Gvardiol. En una jugada preparada, Ivan Perisci peinó el tiro libre hacia el corazón del área y el central croata se encargó del resto.
La réplica de Marruecos fue inmediata. Lovro Majer redireccionó inocentemente el tiro libre de Hakim Ziyech y Dari apareció libre en el área para el cabezazo picado que niveló el marcador.
Croacia restableció la ventaja a tres minutos del descanso. Desde el costado izquierda del área, Orsic recibió de primera un balón y lo depositó en el ángulo superior con una exquisita comba. El arquero marroquí Yassine Bounou alcanzó a rasguñar la pelota, pero sin poder parar la trayectoria hacia la red.