BUENOS AIRES.— La presidenta argentina Cristina Fernández realizó el sábado su primer acto oficial fuera de la casa de gobierno, tras la intervención quirúrgica a la que fue sometida en octubre pasado.
Fernández encabezó un acto en la localidad de El Calafate, provincia de Santa Cruz, ubicada a unos 2.700 kilómetros de Buenos Aires (1.677 millas), en la Patagoniaargentina. Allí inauguró obras de interconexión de la ciudad al sistema nacional eléctrico, en el mismo evento en el que se recordó el 137 aniversario del bautismo del Lago Argentino.
«La soberanía energética es esencial para el crecimiento de un país», dijo la mandataria.
Añadió que «no sólo nos interconectamos, sino que también nos redistribuimos. Eso es equidad y justicia», dijo.
La mandataria coincidió en el acto con el gobernador de la provincia, Daniel Peralta, quien hasta hace poco estaba distanciado de la Casa Rosada.
Participaron también los ministros de Planificación Federal, Julio de Vido, y de Turismo, Enrique Meyer.
Fernández se vio distendida, luciendo un blusón blanco y un cinto con motivos originarios.
Al término de la actividad, la mandataria se tomó fotografías con el público asistente y se acercó a saludar a la gente.
Fernández iniciará un periodo de descanso en El Calafate, zona que ha definido como su «lugar en el mundo» y donde celebrará su cumpleaños, el próximo 19 de febrero, y el de su hijo, Máximo Kirchner.
La mandataria continuará reponiéndose de su situación de salud, tras realizarse una tomografía de cerebro y un electrocardiograma que dieron resultados satisfactorios.
Fernández retornará a Buenos Aires el jueves próximo, cuando retomará las actividades oficiales.
