El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879, es un partido referente de la izquierda europea, goza del lujo de ser uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa. Pero actualmente está pasando por la peor crisis desde la transición democrática. Esta semana ha dado mucho de que hablar en los diarios internacionales, tras haber protagonizado los más vergonzosos espectáculos.
La gran crisis que afecta al PSOE se viene tejiendo desde hace más de un año, está claro que el factor principal de la crisis han sido los fracasos electorales de las últimas elecciones en las que ha participado. Pues la pérdida de votos elecciones tras elecciones y la crisis de liderazgo desencadenaron que este miércoles 17 de 38 miembros de la comisión ejecutiva federal renunciaran, como una forma de presionar la dimisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Con la dimisión de la mitad de la ejecutiva, el partido quedó dividido en dos bandos, primero los denominados críticos de Sánchez y segundo los partidarios de éste. Pero la gota que derramó el vaso este sábado fue la intensa, acalorada, penosa, caótica y dramática reunión de 13 horas del Comité Federal, en la que su secretario general buscaba apoyo para formar un gobierno alternativo con los partidos de Podemos y Ciudadanos. El líder sometió a votación la celebración de un congreso extraordinario con primarias.
Como es lógico, al ver que su propuesta fue rechazada por 132 votos encontra y 107 a favor de los miembros del Comité Federal, Sánchez terminó renunciando como secretario general. Como consecuencia de los resultados de la votación ahora el partido socialista queda bajo el mandato de una gestora, hasta que se celebre el próximo congreso.
Aunque habrá que esperar las decisiones que tome la gestora… Por nuestra parte entendemos que con el hecho de preferir una gestora y no la propuesta del Sánchez, es evidente que el PSOE negociará su abstención en la próxima legislatura para facilitar el gobierno de derecha del Partido Popular y evitar la celebración de unas terceras elecciones en diciembre, tras casi un año sin Gobierno en España.
Con la crisis, la ruptura y las dimisiones que se han protagonizado en el partido socialista, a partir de ahora los retos que debería afrontar la organización son los siguientes: primero apostar por la unidad, segundo analizar el por qué los malos resultados en las últimas elecciones, tercero replantearse una estrategia política con el objetivo de recuperar los votantes que ha perdido por un lado, y por el otro lado conquistar otros electores…, y por último, de cumplirse lo que hemos vaticinado,tendrá que adoptar una oposición solida como principal partido de la oposición.