¡Criptomonedas en peligro!

¡Criptomonedas en peligro!

¡Criptomonedas en peligro!

Frederich E. Bergés

Las criptomonedas son un medio digital, donde no hay una moneda clásica como la conocemos, sino un cifrado criptográfico o programa informático escrito en clave secreta para poder preservar su ilegibilidad frente a terceros. Vaya definición que a muchos enreda, ya que su comprensión desafía a todos aquellos no muy versados en las matemáticas y el uso de claves cifradas.

De una manera muy sencilla podríamos decir que las criptomonedas son una especie de moneda virtual aceptada entre sus poseedores. Este fenómeno se inició apenas por allá por el año 2009 impulsado por la creación del llamado bitcoin de la mano de Nick Szabo e impulsada por Satoshi Nakamoto

. La tenencia de dicha unidad de cambio tiende a permanecer en el anonimato, siendo a su vez un medio preferido para el blanqueo de capitales y transacciones financieras oscuras.

En sus inicios, y atraídos por la novedad y su carácter altamente especulativo, el valor de las diferentes criptomonedas mantuvo un ritmo de vertiginosos ascensos y caídas.

Una de sus características fundamentales, y ahí radica su mayor peligro, es que no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediaros en las transacciones.

Las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago y no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades.

El más reciente de muchos escándalos de fraude, engaño y robo recién aconteció en la llamada quiebra del FTX. Esta es una empresa de custodia e intercambio establecida por Sam Bankman, un treintañero reputado como mesías del dinero digital.

En poco más de unos días, se ha establecido que sus depositantes han perdido el equivalente a más de ocho mil millones de dólares, revelando nueva vez los peligros de este tipo de inversión.

La conclusión actual es que con fraudes como este, se han sustraído en los últimos años el equivalente a miles de millones de dólares, evidenciando el eje fundamental de la falta de una regulación adecuada. Sea cual sea el negocio, sin dicha supervisión los peligros abundan. Por el contrario, cuando prevalece una fuerte regulación, como en el caso de nuestras autoridades monetarias, su inversión está más protegida.