Podemos pensar que nuestra capacidad es muy limitada para lograr las cosas. Sin embargo, somos capaces de manifestar la realidad que queremos. Podemos llevar a la manifestación siempre que tengamos el ingrediente principal, Fe, ver antes de.
Por supuesto, todo esto cargado de la energía de la que procedemos y a la que nos rendimos, que está en nosotros, como querramos llamarle, Dios, El Universo, Infinito. La vida ordinaria está llena de milagros y cuando ponemos el amor al servicio de ella, grandes luces se manifiestan.
Desde la satisfacción de un cuerpo hambriento a través de nuestras manos, la llamada oportuna a una persona que justo en ese momento atentaría con su vida, la caricia a un enfermo que lo devuelve a la vida o una idea que desarrollará tu potencial y contribuirá a dejar una huella positiva en el mundo. Las señales llegan solo debemos estar atentos, despiertos y creer.