Santo Domingo .-En los próximos seis años el país tiene proyectado reducir el 44 % de las emisiones de gases de efecto invernadero generados por el sector transporte a través de un plan de movilidad sostenible, el cual contempla que para el 2030 en el parque vehicular existan 60 mil automóviles y 145 mil motocicletas eléctricas.
Dichos planes son ambiciosos, pero las estadísticas indican que se está lejos de alcanzar la meta, ya que los vehículos eléctricos representan menos del uno por ciento del parque vehicular reportado hasta finales del pasado año, cuando habían 5,463,996 unidades, de acuerdo a la Dirección General de Impuestos Internos.
El auge de la movilidad eléctrica está limitado por la disponibilidad de espacio para almacenamiento sostenible de las baterías que terminen su vida útil de los autos eléctricos y la infraestructura de carga, cita el Plan Nacional de Movilidad Eléctrica a lo que se agrega el alto costo de adquirir ese tipo de tecnología, los cuales en la mayoría de los casos ingresan al país cuando ya están prevendidos.
“La brecha en el costo de adquisición de un vehículo eléctrico respecto a un vehículo convencional, también condiciona la decisión de compra.
En promedio, el costo estimado de un vehículo convencional nuevo en República Dominicana es de US$20,001 mientras que el promedio de los eléctrico económicos en el mercado mundial supera los US$30,000”, señala el informe de movilidad sostenible.
Impactos
El sector transporte es responsable del 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sobre el particular, Plutarco Arias, presidente de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax indica que los vehículos de motor emiten la mayor cantidad de contaminante, similar pasa en las áreas de refinado y distribución de combustible.
Explica que la contaminación de los vehículos de combustión, las partículas que producen pueden llegar a los pulmones, especialmente al área alveolar y producir daños irreparables e irrecuperables cuando se hace de manera constante.
“Los síntomas producidos por esos contaminantes son tos seca, dificultad para respirar, sensación de asfixia, lagrimeo, estornudos, prurito en la nariz y ojos por la alta concentración de humo emitida en el medioambiente”, apunta.
Es que aunque no sea notorio a simple vista, la contaminación deja huellas negativas en los órganos de los humanos, es por eso que el especialistas recomienda evitar la exposición a los contaminantes que emiten los vehículos de motor a la atmósfera y asumir la transición a consumo más verde.
Sueño o realidad
— ¿Qué se busca?
Plan de movilidad sostenible pretende ahorrar US$289 millones en factura petrolera para el sector transporte, de asumirse el cambio de consumo en los usuarios de transporte.
Emisiones de CO2 agravan la salud
Implicaciones. Maribel Llenas, madre de Josías, con fibrosis quística, tuvo que abandonar el Distrito Nacional para mudarse a otra localidad en busca de la mejoría de su hijo.
Llenas cuenta que tras varias consultas a especialista, les recomendaron evitar exponer a su hijo a espacios contaminados, ya que la exposición al humo, la contaminación del aire pueden contribuir al avance de la enfermedad.
La madre señala que la exposición a la contaminación conlleva disminución de la función pulmonar y con ello reduce la esperanza de vida.
Luego del traslado a otra ciudad y siguiendo el tratamiento el niño ha conseguido una condicción estable de su salud, detalla Llenas.