Lily Montaño.
Se puede decir que en esta era estamos comunicados de la mejor forma. La tecnología tiene múltiples recursos que nos facilitan la comunicación. Sin embargo, la etiqueta en esa comunicación muchas veces se pierde tanto a nivel profesional como personal.
Las plataformas de mensajería instantánea y los correos electrónicos se quedan sin respuesta y muchas veces hasta las llamadas telefónicas no obtienen una retroalimentación hasta desconociendo si es una emergencia de un familiar o algo de interés para los involucrados.
Los “me dejó en visto” o “no me contestó” son muy comunes. A veces, un sincero “no me interesa”, o “te hablo luego”, da claridad, un bien escaso en nuestros días.
El solo hecho de contestar y dar una respuesta aunque no sea la que el interlocutor espera, dice mucho de nuestra atención, cortesía, un simple recibido, nos hace ser lo que realmente somos, humanos, no perdamos los vínculos.
