Puerto Príncipe.- Una corte federal de apelaciones de Estados Unidos mantuvo el jueves la inmunidad de Naciones Unidas ante la reclamación por daños presentada en nombre de 5.000 víctimas del cólera que culpan al ente internacional de una epidemia de la letal enfermedad en Haití.
En una decisión emitida en la noche del jueves, el Tribunal de Apelación del Segundo Circuito de Estados Unidos en Nueva York confirmó el fallo de una instancia menor, que en 2015 desestimó la demanda presentada tras el peor brote de cólera de la historia reciente.
“Hemos considerado todos los argumentos de los demandantes en la apelación y consideramos que no están fundados”, señaló el fallo.
La decisión se produjo poco después de que el portavoz adjunto de Naciones Unidas, Farhan Haq, hablase de la “propia participación” del ente en la aparición del cólera en el país.
Este es un reconcomiendo importante ya que, durante años, la ONU ha mantenido silencio en torno a las acusaciones de que sus soldados de paz llevaron la enfermedad a Haití.
El organismo respondió a las demandas en nombre de las víctimas presentadas en Estados Unidos acogiéndose a la inmunidad que le otorga una convención de 1946.
Haq señaló en un comunicado que la ONU tiene que hacer “mucho más” para solucionar el sufrimiento de los afectados y apuntó que en el plazo de dos meses se presentará “una nueva y significativa serie de acciones por parte de la ONU”.
El funcionario reiteró sin embargo que la posición legal del ente con respecto a la inmunidad no ha cambiado.
Brian Concannon, director ejecutivo del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití, con sede en Boston, señaló que los defensores de las víctimas del cólera en el país vigilarán de cerca las acciones de la ONU.
Tienen 90 días para decidir si recurren el fallo ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos. “Decidiremos cómo proceder en base a si las acciones de la ONU cumplen con los derechos de las víctimas del cólera de forma efectiva”, señaló Concannon en un comunicado.
Desde su aparición en el país en octubre de 2010, más de 800.000 haitianos han padecido la enfermedad, que se ha cobrado la vida de más de 9.300 personas.
La dolencia se manifestó unos 10 meses después de un devastador terremoto en el sur de la isla, agravando la miseria de un país que en ese momento estaba poco preparado para enfrentar otra crisis.
La enfermedad, que se transmite por el agua, se considera ahora “endémica” en Haití, lo que supone que los brotes se producen con regularidad.
Investigadores apuntan que existen amplias evidencias científicas que señalan que la enfermedad llegó al principal río del país por aguas residuales mal tratadas procedentes de una base de cascos azules de Nepal, una de las unidades que formaron parte de la misión multinacional presente en Haití desde 2004.