Miami.- Una corte de Miami (EE.UU.) pospuso para el próximo 12 de enero la audiencia del exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, quien está acusado de varios cargos relacionados con espionaje para Cuba durante 40 años.
El exdiplomático tenía una audiencia este martes, la segunda en el proceso desde que fue arrestado, pero el juez Edwin G. Torres la pospuso hoy para dentro de un mes al aceptar una petición de su abogada, Jacqueline M. Arango. En esa audiencia le serán presentados formalmente todos los cargos a Rocha, un colombiano de 73 años que se hizo ciudadano estadounidense en 1978.
Rocha afronta un total de quince cargos por seis delitos, que en conjunto llevarían a una pena máxima de cárcel de 60 años si es hallado culpable durante el juicio, que está previsto para el 29 de enero próximo.
Entre los cargos hay uno por “actuar como agente ilegal de un Gobierno extranjero (Cuba)” y otro por conspiración de ese mismo crimen y “defraudar a Estados Unidos».
También tiene cinco cargos por fraude electrónico, tres por “hacer una declaración falsa en una solicitud de pasaporte”, cuatro por “uso de un pasaporte obtenido mediante una declaración falsa” y uno por “declaraciones y representaciones falsas”, según el documento de la acusación.
Entre 1981 y 2002, Rocha fue empleado del Departamento de Estado y ocupó varios puestos en las embajadas de Estados Unidos en República Dominicana, Honduras, México y Argentina.
El exembajador está acusado de cometer múltiples delitos federales al actuar de forma secreta durante unos cuarenta años como “agente del Gobierno de la República de Cuba”, según EE.UU. Rocha fue arrestado en Miami el pasado 1 de diciembre después de confesar sus actividades a un agente del FBI que se hizo pasar por otro espía cubano.
Según consta en el escrito de acusación, entre 2022 y 2023 hubo tres reuniones entre Rocha y un agente especial del FBI que fingió ser “Miguel”, un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.
En esos encuentros, que fueron grabados y se llevaron a cabo en español, el exdiplomático se refirió constantemente a Estados Unidos como “el enemigo” y confesó que su mayor preocupación cuando trabajaba para el Departamento de Estado fue “fortalecer la Revolución” cubana.