El boicot del PRM a la firma del Pacto Eléctrico, a contrapelo de haberse consensuado previamente, incluyendo su aceptación por el sector empresarial, obliga a preguntarse cuál ganancia creen los perremeístas podrán cosechar por tirarle su jabón al sancocho.
El sector eléctrico está lleno de problemas y deficiencias, especialmente en algunas de las empresas estatales, como las distribuidoras.
El PRM le enrostra al Gobierno que las EDE no han publicado auditorías ni rinden cuentas adecuadamente.
Esa exigencia de la oposición, paradójicamente, la comparte una parte del Gobierno. Ni hablar del empresariado.
El boicoteado pacto ni ninguna magia resolverá de inmediato todo lo que merece arreglarse dentro del sector de la energía, no solo la electricidad.
Existe en el negocio eléctrico suficiente experiencia y evidencia, no solo del sector privado, de cuáles cosas funcionan y cuáles fracasan siempre.
La política partidista, sea del Gobierno protegiendo parientes ineficaces o el PRM fuñendo el parto sin sentido ni propósito, es lo que más daño ha hecho al saneamiento posible y necesario. Qué penosa desgracia…
El autor es presidente del consejo
directivo de la Empresa de Transmisión
Eléctrica Dominicana (ETED).