Luego de un chequeo médico que da un diagnóstico presuntivo, el siguiente paso es indicar una serie de análisis que confirmarán la sospecha.
Y es que dentro de la atención integral que recibe el paciente, el rol del bioanalista es clave para recuperar la salud, ya que, sin una validación del padecimiento, sería imposible que el galeno pueda realizar un tratamiento adecuado.
La bioanalista Amarilis Durán, gerente de Gestión de Calidad en Referencia Laboratorio Clínico, explica que el hecho de tomar una muestra que no cumpla con las especificaciones podría afectar el resultado y la decisión clínica.
A esto, Rita Solís, presidenta del Colegio Dominicano de Bioanalistas, añade que realizar estos procesos va más allá de tomar muestra de sangre, pues “los profesionales del laboratorio clínico debemos y somos responsables de orientar a los pacientes de los requerimientos necesarios para que la muestra tomada sea con calidad. Lograr resultados confiables, precisos y oportunos ayuda al médico a elegir el tratamiento adecuado”.
Error en la muestra
¿Qué pasa cuando no se realiza una correcta toma de muestra? Durán indica que “tomar muestras que no cumplan las especificaciones, podría afectar el resultado y la decisión clínica. Ejemplo: los resultados de glucosa en ayuna son más bajos que los resultados después de la ingesta de comida”.
Solís, a manera de ampliar la respuesta dada por su colega, agrega: “imagínese que el paciente fue a realizarse una glucosa y usted como profesional no socializa con ese paciente. Y resulta que él fue a desayunar, tomó café, por ejemplo. Ya esa glucosa pasó a ser una glucosa posprandial la cual se hace para ver cómo responde el cuerpo al azúcar y al almidón después de una comida, pero eso no fue lo que su médico le indicó y por ende tendrían un resultado diferente. Por eso lo importante de la comunicación”.
Muestras difíciles
¿Quiénes son los más complicados? Ambas especialistas coinciden en que los niños son los pacientes más complicados a la hora de realizar análisis. Amarilis Durán, narra que tomar la muestra podría ser un poco más difícil, en los niños y adultos mayores, “por tal razón, nuestro personal está bien entrenado y autorizado a realizar tomas de muestras”.
Rita Solís relata que los niños son más difíciles porque no les gustan las agujas y eso los hace más sensibles por su condición. Además, se mueven mucho y en su experiencia profesional nada es difícil “lo que debemos es salir de nuestra zona de confort y ponernos en el lugar del otro con el objetivo de ganar ganar y siempre asegurarnos que el paciente cumplió con los requisitos que se necesitaba tener”.
No se debe tomar muestras que no cumplan las especificaciones, podría afectar el resultado.
Mañana o tarde
Sobre los horarios de las pruebas, Durán, de Referencia Laboratorio Clínico, dice que “para realizar pruebas de laboratorio, primero el especialista verifica cuales requieren ayuno o alguna preparación especial.
Las pruebas requieren requisitos, establecidos por los fabricantes de los reactivos o por consenso de sociedades médicas, los cuales se deben cumplir al pie de la letra.
Es importante indicar que la mayoría de las pruebas, no requieren ayuno. Ejemplo de pruebas que requieren ayuno: triglicéridos, glucosa, curvas de tolerancia a la glucosa, ácido fólico”.
En el caso de acudir en horarios de la tarde al laboratorio, la licenciada puede tomarse todas las pruebas que no requieren ayuno o pruebas que cumplan con algún requerimiento especial. Las siguientes pruebas, no requieren ayuno: uroanálisis, urea, creatinina.
La gerente del laboratorio indica que no existe un horario de preferencia para tomar las muestras, pues se pueden tomar en diferentes horarios, siempre y cuando se cumpla con las especificaciones del médico y la prueba.
Los mitos
Ni esta rama de la salud se escapa de los mitos. Durán, también experta técnica en laboratorio clínico y banco de sangre, señala que entre las ficciones más comunes está que digan que todas las pruebas requieren ayuno. Eso es falso. Que un médico le indique todos los análisis, eso es otra fábula.
Otra creencia infundada es la de hacer una dieta el día antes de realizarse los análisis, para que los resultados salgan bie.
