Cartagena.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso hoy en la Cumbre de Cartagena que cada país de este foro contribuya a un fondo común de ayuda para Haití, devastada a principios de octubre por el violento huracán Matthew, que dejó casi 600 muertos y 1.890 millones de dólares en pérdidas.
Correa pidió durante su intervención en el plenario de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que ese fondo lo maneje la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y que cada país aporte una cienmilésima parte de su Producto Interior Bruto (PIB).
“La mejor forma de ayuda es en efectivo y que el país receptor decida dónde y cómo se invierte”, sostuvo Correa, quien agradeció la solidaridad internacional recibida cuando en abril pasado un terremoto asoló la costa norte de Ecuador dejando 663 fallecidos y cerca de 29.000 damnificados.
El ministro de Economía y Finanzas de Haití, Yves Romain Bastien, cifró esta semana en 1.890 millones de dólares los daños causados por el huracán Matthew a su paso por el país, el pasado 4 de octubre, con un saldo de al menos 573 muertos y 75 desaparecidos según cifras de Protección Civil.
El mandatario ecuatoriano aprovechó su intervención en el plenario de la Cumbre para llamar la atención sobre la dura realidad que enfrenta la “nuevamente destrozada” Haití tras el devastador paso de Matthew.
En el caso del sismo que afectó a Ecuador, el más grave desastre natural que ha sufrido ese país andino en siete décadas, recordó que supuso pérdidas por valor de más de tres puntos del PIB nacional y resaltó la “voluntad del pueblo ecuatoriano para seguir adelante».
Sobre los temas que centran la Cumbre Iberoamericana, que son la juventud, la educación y el emprendimiento, consideró que en Latinoamérica “sobra juventud” pero faltan los otros dos factores.
“Necesitamos talento humano, ciencia, tecnología, pero también valores culturales”, opinó el líder ecuatoriano, quien lamentó que en las sociedades iberoamericanas “se hace de la inmovilidad una virtud” y “se pretende que todo cambie sin cambiar nada».
Destacó la necesidad de generar “un nuevo modelo de más conocimiento de nuestra América” porque la región “es un generador marginal de conocimiento a nivel mundial”, cuya inversión en este ámbito es aún escasa en comparación con países desarrollados.
Como reto, Correa instó a los países latinoamericanos a duplicar su inversión en conocimiento para que en 2020 alcance el 1,5 del PIB.
También calificó de “preocupante” que no haya ninguna universidad latinoamericana entre las mejores del mundo y pidió a sus colegas de Iberoamérica “asumir el desafío” de posicionar a medio plazo alguno de los centros superiores de educación de la región entre los cien mejores de globo.
Abogó por superar la mercantilización que se produce cuando el conocimiento no se utiliza lo suficiente, algo que “perjudica a nuestros pueblos”, aseveró.
Frente a los paraísos fiscales, que calificó de “una de las principales aberraciones del orden mundial”, Correa confió en tener pronto “paraísos del conocimiento».
También aludió a la histórica recomendación de los organismos internacionales a los países de la región de que superen las economías que dependen del extractivismo y las diversifiquen como única forma de garantizar el desarrollo de los países.
“Debemos hacer uso del extractivismo para salir de él, pasar de una economía de recursos finitos a infinitos, a una basada en el conocimiento y la innovación(…).
El uso adecuado de nuestros recursos nos permitirá desarrollarnos con soberanía”, agregó.