Correa está nervioso

Correa está nervioso

Correa está nervioso

Danilo Arbilla

Rafael Correa está nervioso. Está nervioso e insulta.

En las manifestaciones de protesta en Brasil contra Lula y Dilma, se oía: “le pasó a Maduro (por las legislativas) a Cristina ( por el triunfo de Macri), a Evo ( por la derrota en el referéndum para la reelección continua) y ahora le toca a Dilma”.

Se olvidaron de Correa. ¿Tan efectivo es el aparato de propaganda del correísmo, que lo borra la lista de iluminados presidentes progresistas hoy en bancarrota y en retirada?

Pero Correa sabe que está en la lista, y por eso está nervioso. No es nada tonto. Le falta dinero para repartir en la interna, y ve como se desmoronan sus socios de afuera y como se empantanan la Unasur, el Alba y la Celac, otrora tan ágiles y dispuestas para ir en auxilio de los socios del club.

La Secretaría Nacional de Comunicación (Secom), ese “ Inmenso Hermano” que todo lo ve y todo lo oye y que corrige y censura, no da abasto. Cada vez interviene e interrumpe más programas de TV o de radio y aplica suspensiones y sanciones económicas más duras para imponer “ la verdad oficial“.

Correa esta nervioso y muchos de sus diplomáticos, de sus embajadores – no todos, digámoslo en favor de a verdad- se han transformado también en una especie de red de promoción, no del país, no del Ecuador, no del pueblo ecuatoriano, sino del “gran líder” y su “magna obra”. Cartas a diestro y siniestro, en las que calumnian y difaman con la comodidad de la inmunidad diplomática que siempre es un buen escudo, como lo son los fueros, y si no que lo diga Lula.

Insultan, como lo hace Correa, y desinforman (puesto que no pueden directamente censurar) como lo hace la Secom, pero a veces se equivocan y no hacen más que confirmar lo que quieren desmentir.

Veamos por ejemplo la carta que hace algunas semanas escribió la embajadora de Ecuador en Honduras en defensa de Correa. Es un collar de perlas con cifras y datos oficiales –en Ecuador no hay otros ni se pueden averiguar y si se averiguan no se pueden difundir so pena de ser “ interrumpido”- y con algunas perlitas más.

La propia embajadora explica que “ cada sábado, el presidente Correa, en directo y a través de una cadena de medios, rinde cuentas al país y expone las acciones y decisiones de su Gobierno“ .

Qué bien. Es la voz del mando. ¿Hay algún chance a través de iguales medios, los domingos o los lunes o el día que sea, de oír otras campanas? La diplomática es enfática: en Ecuador “no se amordaza a los periodistas”, eso sí, “lo que no se permite es la mentira y la tergiversación de los hechos”. ¿ Y en Ecuador, quién es el que resuelve cuál es la verdad y que decide cómo son los hechos? A confesión de parte, relevo de pruebas.

Pero hay más: se queja de l“lenguaje soez“ de los críticos. El muerto se asusta del ahorcado. Basta con ver una lista de los insultos y calificativos que profiere el presidente Correa contra quienes no están de acuerdo con él. Y lo hace por cadena de radio y TV.

Quizás, aunque está muy resumida, resulte larga y tediosa, pero vale la pena registrarla para que se tenga una idea y ver si alguien se atreve a desmentirla.

Aquí va: Enano, corrupto, vendepatrias, amarillistas, gordita horrorosa, anarquistas, aniñaditas, antiético, antipatriotas, arribistas, arrogante, atropellador de derechos humanos, babosada, basura, bocones bruto, buitres especuladores, burocracia engatusadora, cadáveres políticos, canalla, cara de estreñido, caretudo, cínico cizañoso ,cloaca con antenas, cobarde, conspiradores, corrupto, cueva de ladrones, demagogos, descalificado, descarado, desequilibrado por la codicia, desinformadores, disfrazado de periodista, enfermo…

Y en estos días Correa ha añadido más y más duros insultos. Es que está nervioso.



TEMAS