Todo quien tiró en 1965 es “comandante”; el PLD honró a un asesinado político suyo como si hizo más que un imperio de bancas de apuestas.
En esa categoría de dislate cae que se pretenda quitar su calle a Charles Sumner para designarla Rafael Corporán de los Santos.
En la larga lista de dominicanos meritorios, simpáticos y populares, hay muchos que merecen que el Senado les nombre una avenida antes que Corporán. Para nada resto importancia a su hazaña de pasar de limpiabotas a dueño de un gran negocio de radiodifusión. Aún recuerdo el orgullo suyo y su familia al inaugurar Radio Popular en la avenida Charles Sumner hace casi medio siglo.
Pero, aunque Sumner nunca quiso a los dominicanos, sino que fue tan pro-haitiano que su retrato por casi un siglo adornaba el Congreso de Haití, creo improcedente borrar su nombre. Su rol como adversario de Buenaventura Báez en Washington merece mejor comprensión pues no fue su momento estelar.
El controversial senador Sumner, pese a sí mismo, merece su calle.