Aclaración: la Resolución Alterna de Conflictos o Disputas (RAC-RAD), también llamados Métodos Alternos (MARCs), no se utilizan para exterminar, ultrajar, violentar o usurpar roles que no son propios de esta disciplina. La Mediación, Conciliación, Negociación, Arbitraje u otros métodos; son para ofrecer a las personas en conflictos, oportunidades para dialogar, razonar y pensar para pacificar. A través del acompañamiento de un tercero imparcial, también llamado neutral; los animas a buscar salidas satisfactorias. Podría tomar nota el nuevo director de la institución del orden.

En la Republica Dominicana uno nunca sabe usted de que se va sorprender al leer los diarios, ver las redes o la televisión. Un joven con alucinaciones posiblemente consumidor de sustancias prohibidas, se apertrechó con un menor de edad y su madre, para evitar ser una víctima más de la institución del orden.

Conociendo esa realidad,  el joven José Antonio Reyes Ulloa, requería la presencia del sacerdote católico para negociar su salida de la casa en donde estaba recluido junto con un menor de edad y su madre.

A todos nos extrañó y nos llamó la atención ese hecho. Ese joven en medio de sus delirios, pensó tres cosas: en el sacerdote (mediador natural en la comunidad parroquial), en la prensa (televisión y redes)  para hacer pública su situación y la Policía Nacional. Además, estaba en la escena, el ministerio público “representante de la sociedad”. Aun así con esa “garantía”, el joven murió.

Con todos esos actores del proceso de garantía de la sociedad, no se logró llegar a una solución satisfactoria para Reyes Ulloa. Perdió la vida creyendo que estaba presente el religioso mediador de la comunidad.

Fue todo lo contrario, a su frente tenía a los que algunos sacerdotes calificaron como impostor de curas y además, utilizó uno de los símbolos más importante del sacerdocio: la vestimenta.

Al parecer, la institución del orden no cuenta con las habilidades requeridas para abordar situaciones de conflictos mayores como el ocurrido en la comunidad de Cotui. En otros países existen experiencias de buenas prácticas de policías mediadores, entrenados para enfrentar actos de violencia con resultados no como el ocurrido. Siempre respetando el debido proceso del victimario.

Según los medios quien desempeño el rol de sacerdote-mediador, es un coronel activo de la Policía Nacional. Es decir, un oficial superior que según su rango, es conocedor de tácticas y estrategias para para abordar situaciones complejas como la ocurrida.

La mediación fue un éxito. El resultado un fracaso. Ganancia cero para el asesinado y para el menor de edad. Las secuelas del niño, si no se interviene con un profesional de la conducta podrían ser funesta para su desarrollo.

En Conflictos Mediaciones entendemos que el Obispado a que le pertenece esa zona pastoral, debería pronunciarse sobre la errónea acción de la Policía Nacional en esa demarcación y a la vez, solicitar al ejecutivo la cancelación del oficial al mando.

No es posible que la resolución pacífica de conflictos (mediación) se entienda como ese hecho horrible, de crimen. De violación a los derechos fundamentales de las personas consagrados en la Constitución 2010 y en las leys.  Como dice el refrán, “la operación fue un éxito, pero el paciente falleció”.

La periodista Solangel Borges, presente en la “mediación” con el permiso de las partes, le expresó que confiara en ella para una entrega pacífica, pero Reyes Ulloa les decía que “solo confiaba en Dios Todopoderoso”. Bella perla para una novela de acción de Gabriel García Márquez.

La comunidad La Cruz, del municipio de Cotuí en la provincia Sánchez Ramírez, tienen en coordinación con las organizaciones de la sociedad civil y la parroquia con sus respectivas capillas, reflexionar y tomar alguna medida para que ese hecho no vuelva a repetirse y respaldar con todas las gestiones posibles a la madre del menor.