Coronavirus | "Guerreros lobo", el nuevo ejército de diplomáticos que defiende a China en el mundo durante la pandemia

Coronavirus | «Guerreros lobo», el nuevo ejército de diplomáticos que defiende a China en el mundo durante la pandemia

Coronavirus | «Guerreros lobo», el nuevo ejército de diplomáticos que defiende a China en el mundo durante la pandemia

El subdirector del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lijian Zhao, sugirió que Estados Unidos trajo el coronavirus a China.

Había una vez un arte de gobernar en China discreto y enigmático.

Henry Kissinger, exsecretario de Estado de Estados Unidos, escribió en su influyente estudio Diplomacy («Diplomacia», 1994) que «la diplomacia de Pekín era tan sutil e indirecta que en gran medida fue pasada por alto en Washington».

Los gobiernos de Occidente emplearon sinólogos para interpretar las señales opacas que emanaban del buró político de China.

Bajo el mandato de su antiguo líder, Deng Xiaoping, la estrategia declarada del país era «esconder la fuerza y aguardar el momento». Ya no es así. 

China está enviando al mundo a través de las redes sociales un cuadro de diplomáticos cada vez más influyente para enfrentarse a todos con una franqueza que a veces resulta deslumbrante.

Su objetivo es defender el manejo de la pandemia del coronavirus por parte de China y desafiar a quienes cuestionan la versión de los hechos de Pekín.

Soldados en PekínDerechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
 Los diplomáticos defienden el manejo de China del brote del nuevo coronavirus.

Se encargan de lanzar hordas de tuits y publicaciones persistentes desde las cuentas de sus embajadas en todo el mundo. Y se contienen poco, desplegando sarcasmo y agresión a partes iguales.

Tal es la novedad de sus técnicas que han sido denominados diplomáticos «lobo guerreros» por las películas de acción epónimas.

Wolf Warrior («Lobo guerrero», por su titulo oficial en español) y Wolf Warrior 2(«Lobo guerrero 2») son películas muy populares en las que las fuerzas especiales de élite de China se enfrentan a mercenarios liderados por Estados Unidos y a otros maleantes. Tienen un tono violento y nacionalista al extremo.

Un crítico los denominó «Rambo con características chinas». Un cartel promocional mostraba una imagen del protagonista sacando el dedo corazón junto al eslogan: «Cualquiera que ofenda a China, sin importar lo lejos que esté, debe ser exterminado».

Posters del filme Wolf Warrior 2Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
 Las películas «Wolf Warrior» son muy populares en China.

En un editorial reciente, el periódico del Partido Comunista Chino Global Times declaró que la gente «ya no estaba satisfecha con un tono diplomático flojo» y dijo que Occidente se siente desafiado por la nueva diplomacia china de «guerreros lobo».

Un nuevo tipo de lenguaje

Quizás el «guerrero lobo» por excelencia es Lijian Zhao, el joven portavoz de Asuntos Exteriores de China.

Es el funcionario que hizo la sugerencia infundada de que Estados Unidos pudo haber llevado el coronavirus a Wuhan.

Tiene más de 600.000 seguidores en Twitter y explota a esa audiencia casi a todas horas: tuiteando, retuiteando y haciendo clicka «Me gusta» en todo lo que promueve y defiende a China.

Por supuesto, eso es lo que deben hacer los diplomáticos en cualquier parte del mundo: es su labor promover el interés nacional de su país. Pero pocos diplomáticos usan un lenguaje, a fin de cuentas, tan poco diplomático.

Consideremos como ejemplo la Embajada de China en India, que describió los llamados a China para pagar una compensación por propagar el virus como «tonterías ridículas y llamativas».

El embajador de China en Países Bajos, por otro lado, acusó al presidente estadounidense, Donald Trump, de estar «lleno de racismo».

En respuesta a las muy ridiculizadas especulaciones de Trump sobre las mejores formas de combatir el virus, el portavoz principal del Partido Comunista Chino en Pekín tuiteó: «El señor presidente tiene razón. A algunas personas se les debe inyectar #desinfectante, o al menos hacer gárgaras con él. Así no propagarán el virus, las mentiras y el odio al hablar».

En Londres, el «guerrero lobo» de China es Ma Hui, número 3 en la embajada. Su nombre de usuario en Twitter incluye la palabra warhors (parecido a warriors, guerrero en inglés, o war horse, caballo de batalla), y es tan prolífico como robusto.

Ma Hui tuiteó: «Algunos líderes estadounidenses se han rebajado tanto para mentir, desinformar, culpar, estigmatizar. Es muy despreciable, pero no debemos bajar nuestro estándar, caer a lo más bajo. No les importa mucho la moralidad, la integridad, pero a nosotros sí. También podemos combatir su estupidez».

Ahora bien, gran parte de todo ello puede recordarnos al familiar bullicio de las redes sociales.

Pero para China es un gran cambio. Una investigación realizada por el centro German Marshall Fund (GMF), en EE.UU., sugiere que ha habido un aumento del 300% en las cuentas oficiales de Twitter del Estado chino en el último año, con hasta cuatro veces más publicaciones.

Kristine Berzina, investigadora de GMF, dijo que se trata de algo «muy inusual respecto a lo que solemos esperar de China».

«En el pasado, la cara pública de China ha consistido en mostrar una imagen positiva del país. Hubo estímulos para la amistad. Los tiernos videos de pandas eran mucho más habituales que las duras ejecuciones de políticas gubernamentales. Así que esto es realmente un gran cambio».


Un cartel en Belgrado pagado por un periódico dice «gracias, hermano Xi».
Y esto es claramente una decisión en cuanto a su política por parte de las autoridades chinas.

Podrían haber optado por centrar su campaña de información al completo en lo que se ha denominado su «diplomacia de las mascarillas», es decir, a la donación y venta de equipos médicos de protección en todo el mundo.

Eso promovió el poder blando de China, mientras otros países luchaban por adaptarse. Pero la buena voluntad generada por esta «ruta de la seda sanitaria» parece haberse disipado por la agresión de los «guerreros lobo».

Embajadores enojados
El embajador de China en Australia, Cheng Jingye, se enfrentó con furia a sus anfitriones.

Cuando el gobierno respaldó una investigación internacional independiente sobre los orígenes del virus, Cheng insinuó que China podría boicotear los productos australianos.

«A lo mejor la gente dirá también: ‘¿Por qué deberíamos beber vino australiano o comer carne de res australiana?'», le dijo al diario económico Australian Financial Review.

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El vino es uno de los principales productos que Australia exporta a China, aunque eso podría cambiar.
Los ministros lo acusaron de amenazar con «coerción económica».

Los funcionarios del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio llamaron al embajador para pedirle que se explicara. Respondió publicando una parte de la conversación en el sitio web de la embajada, en la que instó a Australia a dejar de jugar «juegos políticos».

Esta semana, China prohibió la importación de algunos procesadores de carne de res australianos, y amenazó con aranceles a la cebada australiana.

En París, el embajador de China, Lu Shaye, fue convocado por el Ministerio de Asuntos Exteriores para explicar unos comentarios en el sitio web de su embajada que sugerían que Francia había abandonado a sus ancianos para morir de covid-19 en residencias.

Pero el rechazo a los diplomáticos chinos tal vez ha sido más fuerte en África, donde varios embajadores —de Nigeria, Kenia, Uganda, Ghana y la Unión Africana— fueron convocados por sus anfitriones en las últimas semanas para explicar el trato racista y discriminatorio de africanos en China.

El presidente de la Cámara de Representantes de Nigeria, Femi Gbajabiamila, publicó imágenes de él mismo protestando ante el embajador de China.

En un artículo para la revista Foreign Affairs, Kevin Rudd, ex primer ministro australiano, argumentó que China está pagando un precio por su nueva estrategia.

«Independientemente de lo que la nueva generación de diplomáticos ‘guerreros lobo’ de China pueda estar diciendo a Pekín, lo cierto es que la reputación de China ha recibido un gran golpe (la ironía es que estos guerreros lobo están sumando a ese daño, no paliándolo)».

«La reacción anti-China por la propagación del virus, a menudo con carga racial, se ha visto en países tan dispares como India, Indonesia e Irán. El poder blando de China corre el riesgo de ser destruido».

El riesgo es que la firmeza diplomática de China pueda endurecer aún más las actitudes en Occidente, con países que se vuelven más desconfiados y menos dispuestos a comprometerse con Pekín.

En Estados Unidos, China ya se ha convertido en un problema en las elecciones presidenciales, y ambos candidatos compiten por ser más duros que el otro.

La pregunta es si estas tensiones diplomáticas se profundizarán hasta una confrontación más seria entre China y Occidente. Esto es importante no solo por los riesgos generales de la escalada, sino también porque hay mucho en lo que el mundo necesita cooperar.

Derechos de autor de la imagenREUTERS
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La vacuna para el coronavirus podría requerir que los países trabajen juntos, y eso incluye a China.
A corto plazo, la investigación, prueba, desarrollo y distribución de una vacuna contra la covid-19 requerirá la cooperación internacional, incluido por parte de China.

A largo plazo, la mayoría de los analistas esperan algún tipo de acción colectiva global para reparar la economía mundial. Pero las posibilidades de que eso ocurra parecen escasas.

Bonnie Glaser, directora del Proyecto el Poder Chino del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington, dijo: «Si Estados Unidos y China no dejan de lado sus diferencias para trabajar juntos en combatir una pandemia global, cuesta creer que vayan a encontrar una manera de trabajar juntos para impulsar sus economías».

Algunos analistas argumentan que, si bien Occidente tendrá que aumentar su independencia estratégica de China después de la pandemia, también tendrá que encontrar un nuevo marco para la cooperación.

La diplomacia de los «guerreros lobo» de China puede que no lo ponga nada fácil.