Boston.-Cuando los Boston Celtics alzaron el Trofeo Larry O’Brien por decimoctava vez en la historia de la franquicia el lunes por la noche, tras aplastar 106-88 a Dallas Mavericks en el juego 5 de la Final, se convirtieron en el sexto campeón diferente de la NBA en los últimos años.
Eso ha sucedido sólo una vez en un lapso de seis temporadas, desde 1974-75 hasta 1979-80, un período en el que la paridad de la NBA estuvo en su punto más alto de todos los tiempos.
La mayor parte de la historia de la liga ha estado marcada por dinastías, incluida la forma en que Boston y Los Angeles Lakers (que ganaron en 1980) dominaron posteriormente la década de 1980, combinándose para llevarse todos los títulos, menos uno, durante un período de nueve años.
Desde que los Golden State Warriors completaron su racha de cinco apariciones consecutivas en Finales y tres campeonatos, ninguna dinastía ha surgido en su lugar.
Esto es en parte por diseño, ya que la NBA ha modificado las reglas salariales para hacer más difícil para los equipos retener a sus núcleos ganadores de títulos sin pagar sanciones masivas en términos de impuestos de lujo y flexibilidad.
Aunque este es el primer campeonato de Boston desde 2008, los Celtics han sido una constante en una época de cambios, alcanzando seis de las últimas ocho finales de la Conferencia Este y perdiendo las Finales de 2022 antes de abrirse paso esta temporada. ¿Puede Boston convertirse en la próxima gran dinastía de la NBA, o la igualdad entre equipos es demasiado fuerte?
Brown, Más Valioso
Jaylen Brown fue elegido este lunes como MVP (Jugador Más Valioso) de las Finales.
«Fue un trabajo de equipo, lo comparto con mis hermanos, con Jayson Tatum que estuvo conmigo todo el camino», dijo un emocionado Brown en la entrevista a pie de campo durante las celebraciones de los Celtics.
Paciencia de Tatum
Jayson Tatum cambió este lunes por la noche de piel. Su primer título con los Boston Celtics en las Finales NBA ante Dallas Mavericks fue, en sí mismo, una enseñanza.
En esta era de la inmediatez extrema, de la abundancia de casi todo, hay una única cosa que escasea: la paciencia.
Tatum, de solo 26 años, es el ejemplo perfecto de que las cosas no se dan de un día para el otro. Las victorias demoran tiempo. Necesitan maduración.
No se construyó Roma en un día: se requiere un ecosistema acorde, un grupo que sepa hacer muy bien las cosas, para que el artista logre ajustar expectativa con realidad. “No, tengo 26 años. Llevábamos mucho tiempo llamando a la puerta.
Quería ganar más de lo que nadie pueda imaginar», dijo Tatum. La persistencia de Tatum, junto con los repetidos viajes de Boston a las últimas rondas de los playoffs, ha sido una bendición para los Celtics.
Factores
—1— Aporte Holiday
La astucia y capacidad de juego del escolta Jrue Holiday fueron claves para Boston.
—2— Tatum lo dio todo
Jayson Tatum, el líder que eligió ceder protagonismo para que los Celtics sean campeones.
—3— Mazzulla, genio
Joe Mazzulla construyó un equipo de verdad en el que todos cumplieron su rol.