En esta imagen de archivo, tomada el 27 de abril de 2018, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un (izquierda), se prepara para estrechar la mano al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, sobre la línea de demarcación militar que separa ambos países en la localidad fronteriza de Panmunjom, en la zona desmilitarizada. (Cumbre de Corea pool via AP, archivo)
Seúl.- Corea del Norte se congratuló este sábado por su cumbre con el Sur, saludando «un encuentro histórico» que abre la puerta a «una nueva era», después de que los dirigentes de los dos países se comprometieran a preservar la paz y a desnuclearizar la península.
La cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, desarrollada en la Zona Desmilitarizada que separa las dos Coreas, fue «un encuentro histórico que abre una nueva era para la reconciliación y la unidad nacionales, la paz y la prosperidad», declaró la agencia oficial norcoreana KCNA.
Esta cumbre «pudo ser celebrada gracias al encendido amor del dirigente supremo (Kim Jong Un, ndlr) por el pueblo y a su voluntad de autodeterminación», dijo KCNA.
«Península no nuclear»
La agencia difundió el texto completo de la «Declaración de Panmunjom» firmada por Kim y Moon al finalizar la reunión.
Este documento contiene la siguiente frase: «Corea del Sur y Corea del Norte confirman el objetivo común de alcanzar, mediante una desnuclearización total, una península coreana no nuclear».
Durante años, el régimen de Pyongyang afirmó que no renunciaría nunca a las armas nucleares, que estima vitales para protegerse de una posible invasión estadounidense.
Pero ahora ha propuesto que sea objeto de negociaciones a cambio de garantías de seguridad, según Seúl. Kim, no obstante, no lo mencionó públicamente en la cumbre del viernes.
En otro comunicado, KCNA informó que ambos dirigentes habían mantenido «un intercambio franco y sincero» en asuntos como «asegurar la paz en la península coreana y la desnuclearización de la península».
El periódico Rodong Sinmun, un órgano del partido único norcoreano, dedicó este sábado cuatro de sus seis páginas al encuentro, publicando 60 fotografías, 15 de ellas en la portada.
La prensa surcoreana, prudente
En Corea del Sur, los periódicos del sábado saludaban con alguna reserva la cumbre intercoreana, señalando la ausencia de un compromiso firme y explícito del Norte a renunciar a su armamento nuclear.
El periódico conservador Chosun dijo en su editorial que la reunión había sido positiva respecto a que reparaba los vínculos entre ambas Coreas pero dejaba mucho que desear sobre la desnuclearización.
El viernes, después de un simbólico apretón de manos con el presidente surcoreano Kim, primer dirigente norcoreano en pisar suelo vecino desde la guerra de Corea (1950-1953), dijo que la península estaba «en el umbral de una nueva historia».
«Los dos dirigentes declaran solemnemente ante los 80 millones de coreanos y el mundo entero que no habrá más guerra en la península coreana y que, en consecuencia, ha comenzado una nueva era de paz», afirman Kim y Moon en la «Declaración de Panmunjom».
Tras firmar el texto, Kim y Moon se dieron un abrazo. Los dos vecinos indicaron que buscarían reunirse con Estados Unidos, y puede que también con China, «para declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido» en la península.
Técnicamente el estado de guerra subsiste en la península coreana ante la ausencia de un tratado de paz.
Próxima cumbre
Esta cumbre es el preludio a una reunión muy esperada entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Mientras tanto, el Norte y el Sur decidieron que Moon viajará en otoño a Pyongyang para la que será la cuarta cumbre intercoreana.
Esta excepcional distensión ha surgido desde que Kim sorprendió anunciando el 1 de enero que su país participaría en los Juegos Olímpicos de Invierno organizados en el Sur.
Desde su llegada al poder a finales de 2011 al morir su padre, Kim presidió una fulgurante aceleración de los programas nuclear y balístico norcoreanos.
La primera prueba de la distensión intercoreana fue cuando Moon, ante la improvisada invitación de Kim, cruzó brevemente al lado norcoreano de la frontera.