El crecimiento y desarrollo del cooperativismo dominicano en las dos últimas décadas no tiene precedentes en América Latina y el Caribe. Este importante sector de la economía solidaria crece en promedio entre un 20 y 24% anual en materia económica- financiera y en alrededor de un 25% en el ámbito social, representando ya el 14% de la población general del país y el 28% de la población económicamente activa.
Este proceso está centrado fundamentalmente en la tipología de ahorro y crédito, lo cual motivo al Consejo Nacional de Cooperativas y las de federaciones del país a celebrar dos grandes eventos estratégicos ( el VI Congreso del Cooperativismo Dominicano, en 2014 y la VI Convención Financiera del Cooperativismo Dominicano y Primera Convención Financiera Internacional 2015) para analizar la viabilidad de que desde las entrañas del propio sector impulsemos el cooperativismo de Producción y Trabajo, con el propósito de general más empleos, crear mayores riquezas colectivas e ir sembrando en los cooperativistas y sus familias la cultura del emprendimiento y el quehacer empresarial.
Ambos eventos, en lo que se dieron cita más de mil cien delegados, coincidieron en resolutar sobre la pertinencia de trabajar esta tipología de cooperativa en la República Dominicana, al tiempo de orientar para que los catorce países que se dieron cita allí puedan hacer lo mismo, de modo que el cooperativismo de la región siga caminando por el mismo sendero en su proceso de consolidación y desarrollo sostenido.
La Prospectiva Estratégica recomienda que este es el futuro del desarrollo cooperativo, a través del cual se estarían creando una nueva y amplia camada de pequeños y medianos empresarios de la economía social, sin desmedro del Sub. Sub.sector de ahorro y crédito, cuya tendencia es halagüeña, tomando cada día más confianza en sus socios y penetrando cada vez más en importantes núcleos sociales de las sociedades latinoamericanas.
Las mejores experiencias en materia de cooperativismo de producción y trabajo la registra la Región Andaluza de España, allí impulsados por la Confederación de Entidades de la Economía Social- EAES, la Cicopa y el acompañamiento técnico- educativo de la Escuela Andaluza de Economía Social se han hecho maravillas en lo relativo a la organización, asesoramiento y asistencia técnica de estas entidades, a tal punto que el propio gobierno al observar el volumen en la generación riquezas y la creación de empleos justos, llamó a esas organización a firmar el pacto por la economía social, a partir de lo cual en alianza público- privada, decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas provenientes de sectores profesionales, técnicos, productores, obreros, de la economía informar, etc se han juntado en pequeños grupos de tres en adelante y han creado sus propias empresas, viendo cambiar radicalmente la vida de ellos, sus familiares y relacionados alcanzando un cambio de estatus social.
A partir de esa experiencia el sector de la economía social y el gobierno hondureño acabaron recientemente de firmar el “Pacto por la economía socia hondureña” y desde ya trabajan en conjunto importantes proyectos educativos y de negocios en esa nación centroamericana.