SANTO DOMINGO.-Con la implementación del Comprobante Fiscal Electrónico (e-CF) los contribuyentes no tendrán necesidad de almacenar en físico el documento fiscal, ni esperar por hasta 45 días para fines de validación en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
El Código Tributario exige guardar el comprobante tradicional por un período de diez años, lo que dificulta la operatividad de las grandes empresas, las cuales realizan miles de transacciones diarias.
La DGII inició en febrero un plan piloto que busca el traspaso definitivo a esta nueva modalidad, donde participan once empresas.
La gerente de Facturación de la entidad recaudadora, Ana Sierra, explicó a ELDÍA los pormenores de la iniciativa y cómo podría cambiar a mediano y largo plazo la emisión de comprobantes fiscales.
Las bases
El comprobante fiscal es un documento que acredita que se realizó una transacción comercial. En el país se empezó a implementar a partir de 2007, un año después de la creación de su reglamento.
Es un aval que protege al contribuyente ante cualquier reclamo y garantiza que el comercio reporte a la DGII el ITBIS que paga el ciudadano. Pero tiene la agobiante característica que necesita conservar el documento a largo plazo. Esto ha motivado la innovación con el e-CF.
Funcionamiento e-CF
El e-CF es el mismo comprobante fiscal, pero electrónico (no digital, el cual necesita un aval físico para su validez), y eficientiza todo el proceso, evitando incomprensiones que, aunque comunes, también son caóticas y del mal gusto.
Se genera desde su sistema y viaja a su sistema. Se utilizan los mismos pasos tradicionales: un pedido, una digitación, impresión y entrega.
Pero el documento en físico deja de ser indispensable, ya que después de la emisión va directamente a la DGII y luego al comprador, lo que eliminará la necesidad de tener que reportar y almacenar.
El comprador podrá, además, validar y rechazar lo recibido, en caso de no estar de acuerdo con lo digitado.
Una vez aceptado, es sellado con una firma digital confeccionada, de tal manera que si es alterado en cualesquiera de sus partes la firma también muta, identificando así la ilegalidad.
El plan piloto continúa desarrollándose, pero hasta el momento no se tiene una fecha exacta para su traspaso a los demás contribuyentes, pero la intención de la DGII es incorporarlo gradualmente a todos, incluyendo la factura de consumo.