Contravenciones a la medida

Contravenciones a la medida

Contravenciones a la medida

Donde primero lo ví fue en “El Informe” de Alicia Ortega, y luego me salió hasta en la sopa cada vez que me movía de un canal a otro, escuchaba una radioemisora o leía un periódico.

Al principio no lo podía creer, pero la reiteración de la noticia venció mi incredulidad obligándome a aceptar como verdadera la denuncia sobre la inexplicable multiplicación de contravenciones impuestas por inexistentes violaciones a las leyes de tránsito dizque cometidas por parte de choferes, motoristas y ciclistas.

La mencionada truculencia ocurrió en los registros que lleva la Amet sobre las contravenciones impuestas por sus agentes en todo el país. Han aparecido, por ejemplo, personas con diez supuestas faltas, a pesar de que ni siquiera saben manejar; otras en circunstancias ridículas, por no decir vergonzosas; y hasta inválidos que para trasladarse de un lugar a otro tienen que ser asistidos con sillas de ruedas.

El asunto es para reír o para llorar. Sobre todo porque estoy seguro de que la cosa no pasará de ahí. No habrá sanciones ni se informará a la ciudadanía qué medidas se habrán tomado. ¡Qué siga la fiesta del desorden y la irresponsabilidad! ¡Qué sigan las multas fantasmas! ¡Arriba el caos!