Contratistas brasileños acaparan grandes obras
SANTO DOMINGO.- Dos grandes contratistas brasileños han caído en gracia en los gobiernos de Leonel Fernández y de su antecesor Hipólito Mejía, pues sin mucho sacrificio han obtenido de grado a grado o bajo concursos cuestionados la asignación de las principales obras que se han construido en el país en los últimos diez años (excepto el Metro de Santo Domingo).
Los montos envueltos en las obras viales e hidroeléctricas superan los mil 500 millones de dólares (unos 54 mil millones de pesos) concedidos a las brasileñas Norberto Odebrecht y Andrade-González.
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Los fondos han sido fruto de préstamos concedidos por bancos de inversión brasileños, que en la mayoría de los casos han venido amarrados a la obligatoriedad de comprar materias primas a empresas de la nación suramericana.
En varias ocasiones se ha comprobado que los materiales son facturados a precios muy superiores que los que se encuentran en el mercado local, lo que también dispara el costo final.
Ambas empresas empezaron a trabajar en grande en el país en 1999, cuando el entonces presidente Leonel Fernández inició las contrataciones para la construcción del Acueducto de la Línea Noroeste.
Este proyecto estuvo a cargo de la brasileña Andrande-González con una inversión de 161 millones de dólares. Poco después de asignada la obra, la empresa ARCISA, que participó en el concurso, denunció que fue concedida a la empresa brasileña, pese a que su oferta era superior en 37 millones de dólares.
El acueducto fue inaugurado por Hipólito Mejía, pero casi de inmediato se contrató su ampliación, por 81 millones de dólares, que estuvo a cargo de Odebrecht.
Esta última empresa ha sido afortunada, porque se le asignó el Acueducto de Samaná por 50 millones de dólares, pero que el director del Instituto Nacional de Agua Potable (INAPA), Mariano Germán, pidió suspender las operaciones por la sospecha de que muchas partidas también estaban sobrevaluadas.
Como quiera la obra siguió y el Congreso Nacional aprobó el préstamo.
También tuvo la fortuna de la construcción de la presa Pinalito, construida por 337 millones de dólares para generar 50 megavatios. El precio inicial de la obra era 131 millones, pero al término de la misma se elevó en un 160 por ciento.
La presa fue inaugurada con bombos y platillos por el presidente Leonel Fernández hace apenas tres meses, pero ayer apenas estaba generando la mitad de su capacidad (25 megavatios).
Esta misma empresa recibió el contrato para la hidroeléctrica de Palomino, con capacidad para 98 megavatios y una inversión de 225 millones de dólares.
Corredor Duarte
La suerte de Odebrecht no se detiene ahí. Le correspondió a esta misma empresa la concesión del denominado Corredor Duarte, una de las más importantes obras viales, que el costo inicial está fijado en 163 millones de dólares, que atendiendo los antecedentes nadie garantiza que el costo final no sea mucho mayor.
En todos los casos, las obras se han levantado con financiamiento externo. Súper tucanos. Además de las obras de infraestructura, el Gobierno dominicano ha hecho otros negocios con firmas brasileñas, como la compra de los aviones súper tucanos por US$98 millones.
Continuidad. Leonel Fernández y Hipólito Mejía coinciden en que privilegiaron a las brasileñas.
A Espaldas del Consejo
El presidente de la Comisión Presidencial de Ética y Prevención de la Corrupción, Marino Vinicio Castillo, reveló ayer que el director del INDRHI se negó a someter al conocimiento del Directorio del organismo la licitación para la presa de Monte Grande, pese a que sus integrantes se lo solicitaron, lo que consideró como otros elementos graves en esa operación.
La denunciada sobrevaluación, que sólo en la elaboración del proyecto Castillo estima en US$32 millones, está bajo investigación por disposición del presidente Leonel Fernández.
Al mismo tiempo, el funcionario informó que investiga otros casos de irregularidades en varias dependencias del Estado y aseguró que lejos de molestarse por sus denuncias, el Mandatario, desea que se conozcan e investiguen.
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