Cualquier observador de mediana inteligencia ve que la nueva Justicia independiente posee una preferencia desorbitada por perseguir y procurar condenas para exfuncionarios del gobierno anterior.
Al mismo tiempo, el gobierno se desvive por no afectar ni con el aliento al partido de Leonel, quien pocos meses antes de las elecciones pasadas era presidente y aspirante presidencial fallido del PLD.
Existe para Luis Abinader una favorable coyuntura política para fundar un gran liderazgo que le permita reelegirse. Pero luce que tiene un “aliado” que le ha metido un caballo de Troya al gobierno, nido de prosélitos verdes cuyo interés fupuísta es manifiestamente distinto al del gobierno.
Esa gente, supuestamente amigos de Luis, dentro y fuera del gobierno, ha creado más problemas e incordios que la leal oposición. Contemporizar, que es acomodarse al interés ajeno para evitar enfrentamientos u otro fin, sería el inicio del fracaso de la lucha contra la corrupción y el empeño de regenerar moralmente al país.
La corrupción y la inmoralidad comienzan con pensamientos que culminan como acción.