Construye hoy el cerebro de mañana

“Hace más de un siglo, don Santiago Ramón y Cajal recibió el Premio Nobel por describir la neurona como la unidad funcional del sistema nervioso y cómo estas se conectan de manera perfecta. Solo con su microscopio, el mismo que aparece en la mayoría de sus fotografías y la tinción desarrollada por otro gran científico, Camilo Golgi, quien logró hacer descubrimientos revolucionarios”.

Así lo afirma la neuróloga Marcia Castillo, al destacar que con una visión adelantada a su tiempo, Ramón y Cajal sentó las bases de la neuroplasticidad y quedó inmortalizado en su famoso aforismo: “Todo hombre, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.

Pero ¿Realmente podemos transformar nuestro cerebro? ¿Prepararlo para los cambios o incluso recuperar funciones ya perdidas? Hablemos de la neuroplasticidad y la neuroestimulación.

Neuroplasticidad y neuroestimulación: un binomio perfecto

La experta dijo que se sebe que la neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para crear nuevas neuronas, establecer nuevas conexiones y adaptarse a ciertos daños. Entonces, ¿es posible esculpir nuestro cerebro?

Explica que seguramente has escuchado que actividades como escribir con la mano no dominante, jugar cartas, leer en voz alta o aprender un nuevo idioma estimulan las células cerebrales. De manera informal, estas prácticas pueden ser beneficiosas, pero la neuroestimulación es una técnica científicamente comprobada que actúa de manera más eficaz.

“La neuroestimulación cognitiva es un conjunto de actividades diseñadas para mantener o mejorar el funcionamiento cognitivo a través de ejercicios de memoria, percepción, atención, concentración, lenguaje y funciones ejecutivas. Este tratamiento se enfoca en estimular y preservar las capacidades cognitivas existentes, con el objetivo de optimizar el rendimiento mental del cerebro y ralentizar su deterioro natural”, sostiene la especialista.

Finalmente, Castillo expresó que el cerebro es como un músculo que se entrena, o como un niño que se educa. Entonces, ¿Crees que puedes esculpir tu propio cerebro? La neuroestimulación y la neuroplasticidad pueden darte la respuesta a esa pregunta.