Como si se tratara de la presentación de una tesis, cuyo asesor orienta y advierte una y otra vez a sus pupilos de los errores de la misma, esa es la forma en que los legisladores dominicanos han convertido a nuestra Constitución, en un simple trabajo de tesis que se empasta y redacta cada vez que sea necesario hasta acomodarla a su conveniencia.
Nuestros políticos han logrado convertir la Carta Magna en un tema banalizado, de tal forma que las nuevas generaciones, la gran mayoría, no siente el mínimo respeto por ella, ni mucho menos les interesa conocer qué clase de texto es y todo lo que contiene. Cuando el dulzón del poder se mete en la cabeza de un gobernante y de sus más cercanos colaboradores, tratan juntos de hacernos creer por todos los medios de que se precisa coger a nuestra Constitución de badulaque para que el mesías siga gobernándonos, y más aún porque este país de más de diez millones de habitantes solo cuenta con unas pocas mentes privilegiadas capaces de hacer que las cosas salgan bien…
Parece mentira, pero eslogan como “E’ pa´ lante que vamos”, “MVM”, “Aún nos queda mucho por hacer”, “Continuar lo que está bien”, se imponen a nuestra Carta Magna.
Entonces… ¿Cada vez que un presidente esté haciendo un buen Gobierno será modificada la Constitución?
Tanto el que gobierna como el aspirante a hacerlo cita a sus líderes según le conviene. Si están abajo, nos recuerdan el principio de no reelección de los ilustres líderes Juan Bosch y Peña Gómez, y si están arriba nos citan al doctor Joaquín Balaguer con su “ vuelve y vuelve ”.
Cuánto me gustaría que en los centros de educación a nuestros niños se les enseñe el significado y el valor de la Constitución, sus principios y derechos fundamentales.
No puede ser que la generación de hoy al escuchar la palabra Constitución la relacione con los términos de reelección y modificación, como si fueran sinónimos que la RAE agregase a ese concepto, o peor aún, la comparen con un papel sanitario o cuantas cosas desagradables imaginen como podemos ver en las redes sociales.
Sugiero que cuando vayan a modificar este pedazo de hojas pegadas con cola y cinta adhesiva a dos cartones le cambiemos el artículo 124 para que en vez de decir:
“El Poder Ejecutivo se ejerce por él o la presidente de la República Dominicana, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”.
Para que en lo adelante diga: El Poder Ejecutivo se ejerce por él o la presidente de la República Dominicana, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y podrá ser electo para el período constitucional siguiente.
Solo le quitamos el NO y echamos a la basura la Constitución del 2010 conjuntamente con cualquier principio anti reeleccionista, y de seguro nos ahorraríamos incertidumbre, al hombre del maletín y corbatas azules.