Por encima de los candidatos presidenciales conocidos, la sociedad dominicana necesita consensuar un programa para instaurar otro tipo de gobierno que logre redistribuir las riquezas, aumentar los salarios y pensiones; frenar la corrupción, la impunidad, la delincuencia y el narcotráfico; meter a la cárcel a los corruptos y recuperar el dinero que se han robado, para invertirlo en salud, educación, viviendas y obras de infraestructura.
Necesitamos recuperar el control de nuestros recursos naturales, especialmente el oro; proteger el medio ambiente; estimular el retorno de los dominicanos/as que viven en el extranjero y trabajar en coordinación con los/as que se mantengan fuera; frenar el endeudamiento público, especialmente la históricamente peligrosa deuda externa; defender los derechos humanos de todos los nacidos/as en esta tierra y forjar instituciones democráticas que respondan a los intereses de toda la población, entre otras medidas.
Esta es la propuesta del Frente Amplio, por ello realizamos un simposio titulado El pacto político que el país necesia, con la participación de Fidel Santana, su candidato presidencial; Juan Bolívar Díaz, César Pérez, Olaya Dotel, como panelistas, y comentarios de Tirso Mejía Ricart, Fausto Herrera Catalino, Pedro Hernández, Juan Miguel Pérez y otras personalidades y dirigentes de diversas organizaciones. En ese encuentro pusimos a circular un resumen de programa de gobierno para iniciar el debate.
Es imprescindible superar los estériles enfrentamientos de personalidades, grupos y partidos que resultan perjudiciales para toda la sociedad y desprestigian a los dominicanos que viven y viajan por otras naciones.
Por eso proponemos un pacto político de corto y mediano plazo en base a un programa común que recoja las metas prioritarias de la mayoría de la población, tal como se ha logrado en otros países latinoamericanos, entre ellos Chile, con la Concertación Democrática; Uruguay, con el Frente Amplio, y El Salvador, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Estas alianzas exitosas, con candidaturas rotatorias, escogiendo los/as mejores en cada momento preciso, han conducido a esos pueblos a mejorar las condiciones de vida y desarrollar sus instituciones.
La Convergencia por un Mejor País, de la cual formamos parte, es un núcleo significativo de ese proyecto que entendemos debe extenderse a otras organizaciones políticas.