Mi tocayo ha generado muchas expectativas entre nosotros los munícipes del Distrito Nacional, todavía es temprano para evaluarlo, pero tampoco tanto para no manifestar preocupaciones. Por tanto le doy par de ideas que me preocupan.
Lo primero es la basura. No basta con recogerla oportunamente y mejor aún de noche, pero es necesario que el sistema de deposición de la basura por parte de los ciudadanos deje de ser en tanques o en montones en las calles. Es un asunto de salubridad y estética.
En todos los países civilizandos se usan envases de plástico o metal grandes que aislan la basura del entorno. En una ocasión se usó en el Distrito Nacional.
Tenemos compañías que pueden fabricarlo con plástico reciclado y adaptado a la tecnología que se use para recogerlas. Sea vaciando el contenido en los camiones o cargando con el envase a la vez que se coloca otro vacío.
Segundo la arborización. Basta de palmeritas trujillistas. Debemos sembrar árboles adaptados al medio urbano que generen una mejora del clima, especialmente en verano, y den belleza al entorno.
El otro problema es la poda, que a mi criterio se hace de manera salvaje, a machetazos, sin tomar en cuenta la vida de la planta y su desarrollo.
Necesitamos multiplicar por mucho la arborización de todo Santo Domingo. Modificar el cableado que compite con el desarrollo de las plantas y las mutila.