Conocer la voz de Dios

Conocer la voz de Dios

Conocer la voz de Dios

Mayra de Peña

Hoy quiero compartir con ustedes sobre la importancia de conocer la voz de Dios. En muchas ocasiones nos preguntamos cómo identificar su voz cuando conversamos con él. La vida del cristiano es un continuo aprendizaje y tal como dijo el apóstol Pablo,  esta es una carrera que debemos correr,  sin detenernos hasta llegar a la meta y aprobados.

Nuestra lucha no es contra sangre ni carne sino contra huestes de las tinieblas y por tanto solo no lo podemos hacer. Es por lo que la presencia del Espíritu Santo de Dios es vital y debe ser constante en nuestras vidas.

No estamos aquí por azar, Dios nos creó con propósitos específicos y tener una relación con nuestro creador y Padre es esencial. Esta experiencia que llamamos vida para que sea exitosa en todos los órdenes,  debe ir de la mano con El.

Debemos tener bien presente el no contristar al Espíritu Santo para poder contar con su ayuda y cubrirnos, los peligros y tentaciones, originados por el pecado están al acecho. El Espíritu Santo  es como la red que nos mantiene en línea con el Padre Celestial y su Hijo Jesús y la Palabra de Dios es el instrumento idóneo que cobra vida en cada momento y circunstancia porque fue inspirada por  Dios.

El orar es hablar con Dios  y también la gran oportunidad de escuchar su voz. Casi siempre lo iniciamos pidiendo su ayuda y no está mal pues él es nuestro alto refugio, pero les insto a iniciarla alabando el nombre de Dios, agradeciendo por lo recibido, por lo bueno y lo no tan bueno.

Recordemos que Dios se mueve en medio de la alabanza, es soberano y tiene propósitos de bien y no de mal para sus hijos, por lo tanto, reiterémosle  lo mucho que agradecemos que esté en nuestras vidas y démosle  todo honor y loor por lo que representa en nosotros.

Hagamos nuestra petición con humildad, confiados en que escucha nuestras oraciones. Tomemos un tiempo para escuchar su voz…guardemos silencio y esperemos su respuesta. Muchas veces sentimos que nos habla en silencio, otras veces lo hace a través de su Palabra,  la Biblia, sea una u otra, tengamos el corazón dispuesto a obedecer sus designios.

Observemos que cuando dos personas hablan a la vez no se escucha ni se entiende lo dicho por ninguna de las dos partes, de igual manera es con Dios, al hablar con él debes disponer de un tiempo en silencio para escuchar su voz.

Créanme que la voz de Dios no tiende a confundir, ella es clara y da paz, el asunto estriba en que cuando su respuesta no nos agrada empezamos a dudar de si fue Dios quien nos habló, sencillamente porque esa no es la respuesta que queremos escuchar.

Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a escuchar la voz de Dios y démosle el tiempo en silencio para poder oírla, no permitamos que los murmullos de la incredulidad y dudas nos impidan escuchar la voz diáfana del Todopoderoso.

Es un asunto de relación, humildad y reverencia…pues estamos hablando con el creador de todas las cosas, el Ser Supremo al que obedece toda la creación, solo haz silencio y oirás su voz.

Dios te bendiga!



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.