PEKÍN.-El presidente Xi Jinping se impuso este martes como el dirigente chino más poderoso en 40 años, al incluir su nombre en los estatutos del Partido Comunista de China (PCC), un símbolo que lo ubica a la altura del fundador del régimen, Mao Zedong.
Xi, 64 años, líder del PCC desde fines de 2012, obtendrá sin lugar a dudas el miércoles un nuevo mandato de cinco años como secretario general, el cargo supremo en la pirámide del poder chino.
Los 2.300 delegados del XIX congreso del PCC, que sesiona desde la semana pasada aprobaron el martes por unanimidad la inclusión en los estatutos del PCC del «pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con característica chinas para la nueva era».
Un concepto que constituye una «guía de acción» para el partido más grande del mundo, con 89 millones de afiliados. «Esto confiere a Xi una autoridad extraordinaria (…) Tendrá un estatuto similar al de Gran Timonel, que era el de Mao» Zedong, dijo a la AFP Willy Lam, profesor de política de la universidad China de Hong Kong.
«Esto le permitiría ser como Mao, líder de por vida mientras conserve su salud», dijo el académico.
Xi se convierte en el primer dirigente chino desde Mao (1893-1976), que dirigió China desde 1949 hasta su muerte, en ver su nombre inscrito en los estatutos estando todavía en el poder.
El nombre de Deng Xiaopoing, que sucedió a Mao en el poder e impulsó en los años 1980 las reformas que convirtieron a China en la segunda potencia económica mundial, se incluyó en los estatutos después de su muerte, en 1997. Los nombre de los dos predecesores de Xi Jinping, Jiang Zemin y Hu Jintao, no figuran en los estatutos, aunque se menciona su obra.
El nuevo Mao
«La tradición en China estipula que el emperador es al mismo tiempo el profesor, el inspirador. Xi llega a serlo al terminar su primer mandato. Es raro en nuestra historia», se entusiasma el politógo chino Hu Xingdu.
Sin embargo, «no es fácil comparar» a Mao y a Xi, concede Xie Chuntao, director de historia de la Escuela Central del Partido. «Los que conocen al PCC y a China ven muy claramente el papel que tuvo el secretario general Xi Jinping durante los últimos cinco años. Obtuvo el apoyo, el amor y el respeto sincero de todo el Partido y del conjunto de los chinos», asegura.
El pensamiento de Xi lo anunció el mismo interesado en la apertura del Congreso el miércoles. «Tenemos que trabajar sin descanso y seguir adelante en este viaje para lograr un renacimiento de la nación china», dijo Xi de 64 años, es decir reafirmar a China como potencia próspera y respetada, luego de más de un siglo y medio de declive y humillaciones.
Para ello Xi Jinping promete constituir un ejército «de primer nivel mundial» para 2050, mejorar la protección social y de salud, el Estado de derecho «socialista» o asegurarse la «coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza». Pero no se prevé ninguna liberalización política.
«Todo debe estar bajo la dirección del PCC: los organismos del PCC, el gobierno, el ejército, la sociedad civil y sea cual fuere el lugar en donde nos encontremos», insistió.
Rejuvenecimiento
Pese al creciente poder de Xi, la composición del comité central, va a ser crucial para sus planes. El miércoles se confirmará si lo logra. El PCC debe anunciar el recambio del comité permanente de su buró político, instancia de siete miembros que dirige China.
Xi Jinping –que también es presidente de la República popular– y Li Keqiang, su primer ministro, seguirían siendo miembros del cenáculo.
Pero los otros cinco actuales miembros deberían dejar sus bancas ya que alcanzaron el límite informal de edad, de 68 años. No se sabe quién los reemplazará.
El suspenso planea sobre la identidad, la edad y las tendencias políticas de los nuevos miembros. Si se nombra a los allegados de Xi, esto querrá decir que «tendrá el control total del comité permanente del buró político», estima Willy Lam.
Pero para Bill Bishop, autor de Sinocism China, un boletín de información, el recambio del miércoles sería sobre todo cosmético para Xi Jinping.
«Con su nombre en los estatutos del Partido, el tema de la sucesión ya casi no se plantea», estimó. «Mientras viva será él el que tomará las decisiones», añadió.