Conflictos bélicos mundiales con dinero y el covid-19 no

Conflictos bélicos mundiales con dinero y el covid-19 no

Conflictos bélicos mundiales con dinero  y el covid-19 no

Alexis Rafael Peña.

En esto últimos meses el mundo en sus 5 continentes (África con 54 países; Europa 50 estados; Asia 48 naciones; América 35 y Oceanía el más pequeño, con 14 integrantes); están en el vilo. No existe uno de ellos, en donde el Covid-19 no haga acto de presencia. Aun en los países que contantemente están dizque en conflictos, pero para Conflictos y Mediaciones están en guerra; no existe excepción.

Casi finalizando el mes de marzo, las Naciones Unidas (ONU), mostró su satisfacción que “un alto al fuego” causado por el covid-19, haya provocado la paz en el mundo. Pero no existe dinero para la ciencia profundizar sobre esa enfermedad. Millones de dólares son invertidos por las potencias en armas bélicas para destrucción masiva de la humanidad.

El alto al fuego debería ser en estos tiempos, para destinar recursos económicos para enfrentar la pandemia y a la vez, para que cada país invierta dinero en alimentos, medicinas, educación, vivienda digna y generación de empleos para los seres más importante del mundo: la gente.

La ONU resalto y valoro,  que enfrentamientos armados entre Camerun y Filipinas se hayan postergado, no así, arribar a un acuerdo en el cese de la violencia. Dizque para traer paz y seguridad. No así la armonía y concordia entre los pueblos.

Deberían desde nuestra óptica, Estados Unidos de América, China, Rusia, Irak, Israel, Palestina, Siria, Libia, y otros países poderosos del mundo; destinar el dinero del armas bélicas para la  pandemia covid-19 y enfrentar: el hambre, miseria, falta de agua potable, protección al medio ambiente, entre otros.

Mientras que el periódico El Universal de México, resalta que tras terminar la pandemia, el mundo transitara por conflictos sociales y económicos. En donde podrían surgir conflictos sanitarios, ambientales y las corporaciones empresariales mermadas; en pérdidas millonarias. Pero, también el despido del personal; que al final estará a la espera en ser contratado en su antiguo empleo o en la casa, a la espera del llamado.

Ni hablar del oro negro, el petróleo. Ha estado entre bajadas de precios y los presidentes de los países ricos, sugiriendo que se promueva un aumento de precios; dizque para evitar un colapso de la economía.

En relación a la inversión de armas, por ejemplos leemos en la internet que el 2018, el continente africano invirtió 18 mil millones de dólares; parece contradictorio, en donde más del 80 por ciento de su población no tiene acceso a la alimentación y a agua potable. Quien tiene la culpa de esa injusticia. El hombre,  el colosal depredador del género humano.

También en ese año, Turquía destino 19 mil millones de dólares en gastos militares. No en la persona. Solo en adquisición de armas.

Pero en donde cualquier persona se queda atónita, es con la inmensa inversión de los Estados Unidos, a pesar de contar con 30 millones de pobres en sus 51 estados, según el informe que realiza todos los años, el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI); la “primera potencia mundial”, dedico la suma de tan solo de 646 mil millones de dólares en armas 2017. Por Dios, Jesucristo, Nazareno, Jehová, Ala u otros nombre del hijo de la virgen María y José.

 Mientras en tiempo de coronavirus 19, EEUU invertirá la colosal suma de 738 mil millones de dólares y la Organización Mundial de la Salud, rezando por solo 1,000 millones para una vacuna al Covid-19.

Según SIPRI, el gasto miliar en el mundo, ronda todos los años aproximadamente, entre 1.82 billones de dólares a 2; en la tierra compuesta por 201 países. Aunque las Naciones Unidas, indica la existencia de 194, Estados Unidos, 195. Por unos criterios que estos han determinado para ser considerado para ser un país o nación.

En fin, que si todo ese dinero se destinara al ser humano, varias pandemias existentes en la tierra, hoy fueran parte de la historia universal.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.