Confinamiento puede afectar salud mental de los niños con ataques de ansiedad y pánico

Confinamiento puede afectar salud mental de los niños con ataques de ansiedad y pánico

Confinamiento puede afectar salud mental de los niños con ataques de ansiedad y pánico

La medida del confinamiento en casa o el encierro que desde hace un mes el Gobierno ordenó a los ciudadanos para evitar la propagación del coronavirus (covid-19) ha provocado en algunos adultos el exceso de preocupación y que el estrés se volviera un detonante para que surjan ataques de pánico o de ansiedad.

Pero qué sucede cuando este tipo de trastornos psicológicos afecta a los niños, quienes también se han visto en la obligación de estar en casa.

En ese sentido, la psicóloga Belkis Gonzales, especificó que las personas que padecen un episodio de pánico tienen ataques repentinos de miedo que duran varios minutos o más.

Los ataques de pánico se caracterizan por temor a los desastres o miedo a perder el control, incluso cuando no hay un peligro real. Se puede tener una fuerte reacción física durante un ataque de pánico y los mismos pueden ocurrir en cualquier momento y de forma inesperada.

“Es posible que uno se sienta como si se va a tener un ataque al corazón. Estos ataques de pánico se acompañan de síntomas como aceleración de las palpitaciones cardíacas, sudoración, falta de aliento, temblores hiperventilación, desmayo mareo, miedo a morir, entre otros”, explicó.

Mientras que la ansiedad es definida por la experta como un mecanismo de defensa del cuerpo humano, el cual puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba.

La ansiedad es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.

La función de la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan o se minimicen sus consecuencias.

Por eso muchas personas en la situación actual de confinamiento y de sobreexposición a tantas informaciones preocupantes y dolorosas acerca de COVID 19 y todo lo que genera, pueda tener niveles altos de ansiedad que le lleven a manifestar alteraciones cognitivas como preocupación excesiva, pensamientos recurrentes de desgracia, indefensión, sensación de inquietud, desesperanza, tristeza, Impotencia, entre otros sentimientos, según dijo a EL DIA la experta.

¿Cómo afecta a los niños?

Para la psicoterapeuta clínica y familiar Orlandia Ortiz, los cambios que los niños pueden mostrarse irritables y enfadados, aunque cabe destacar que no todos los infantes o adolescentes responden al estrés de la misma manera.

En ese sentido explicó que los padres deben prestar atención si en los niños ocurre un cambio de conducta como llanto o irritabilidad excesiva en los más pequeños, volver a comportamientos que ya hayan superado como no llegar a tiempo al baño o mojar la cama, preocupación o tristeza excesiva, hábitos de alimentación o sueño saludable.

“Si se observan observa varias conductas de estas en si hijo o hija es importante buscar ayuda con un profesional de la salud mental”, enfatizó la psicoterapeuta.

¿Qué deben hacer los padres para controlar la ansiedad y que no genere una crisis?

Una de las maneras que pueden utilizar los padres para evitar una crisis de ese tipo, según la psicóloga Belkis González, es ayudar a los niños a enfrentar sus miedos, hablar con ellos sobre lo que sienten y por qué le sucede.

“Los padres pueden usar técnicas y herramientas para explicarle con la verdad y de acuerdo a su nivel de comprensión que está pasando y elogiarlo por cada intento que realiza para encontrar una solución a lo que a él le preocupa”, explicó.

También describirles la situación a través de escenarios metafóricos o historias que le faciliten entender fácilmente.

Otras recomendaciones que planteó la especialista Orlandia Ortiz es que los padres no deben tratar de eliminar la ansiedad sino ayudar a controlarla, no evitar ciertas cosas porque provocan ansiedad al niño, ser positivos, pero realistas, respetar los sentimientos de los infantes, pero no reforzarlos.

Además de las recomendaciones citadas Ortiz también planteó el ejercicio físico para los niños, que ellos puedan ayudar en los quehaceres del hogar de acuerdo a su edad y fomentar juegos en espacios amplios.