Familiares deben lavarse las manos antes y después del contacto con el adulto mayor y evitar saludar de manos y besos.
SANTO DOMINGO.-Ante la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, es vital que se siga ampliando la educación de la población, sobre todo en las personas envejecientes, pues sus restricciones son mayores debido su vulnerabilidad.
Así lo afirma la geriatra-nutrióloga, Luisa Jiménez Rodríguez, al destacar que aproximadamente un 30% de los pacientes que consulta acuden con un cuadro donde se ve afectado su estado de ánimo, ya sea por recaída o nueva aparición y teniendo como detonante el confinamiento.
Explica que esto se debe a los cambios que trajeron las medidas, recordando que la población de mayores de 60 años es considerada de mayor riesgo, muchos de los cuales fueron enviados a casa por sus empleadores, lo que implica un cambio en su estilo de vida, imperando el insomnio.
Menos bienestar
La doctora indica que las medidas que implican el distanciamiento físico, más en el caso del adulto mayor, conllevan a afección de la salud mental y este a su vez al bienestar general.
Exhorta a familiares a evitar el aislamiento total, pues el confinamiento no debe existir para hablar con un familiar o para tener un momento de risa, siempre debe buscarse la forma de conectarse.
Asegura que la situación actual, donde se ha visto un aumento de casos, no ha dado tregua a que se implementen medidas para las consecuencias del confinamiento, ahora mismo la preocupación de todo el personal de salud es parar la pandemia.
Cuidado y protección
Al hablar del cuidado y protección en casa de los envejecientes, la doctora describe que el manejo suele ser igual que cualquier paciente de otra edad, teniendo en cuenta que el adulto mayor casi siempre es un paciente con comorbilidades, es decir, presenta múltiples patologías que lleva a un manejo individual e integral.
Recordó que los familiares deben lavarse las manos antes y después del contacto con el adulto mayor, evitar saludar de manos y besos, motivarlo a realizar actividades de autocuidado como una abundante hidratación, alimentación adecuada, y la actividad física y recreativa dentro del domicilio, evitando reposos muy extendidos en cama o sentados, instruirles a que limite salidas y contactos sociales, solo si es necesario.
El mayor reto
Jiménez Rodríguez dijo que el mayor reto que enfrenta la sociedad en el cuidado y protección, en sentido general, es la educación de esta población con relación a la enfermedad y más en aquellos que tienen alguna condición neurológica que afecte la memoria, siendo el peor de los casos en los adultos mayores que viven solos o que no tienen un cuidador tiempo completo que vele por sus medidas de higiene.
“En la mayoría de los casos con la Covid-19 que he tratado, he notado como común denominador una falta de información del paciente o del cuidador. Es importante que reciban informaciones claras”.
Manejo del adulto mayor
La principal característica que debe tener el cuidador de un adulto mayor es la paciencia. Saber que estamos ante una situación nueva para todos y que, en el caso de ellos, es difícil manejar y entender los cambios que implica.
Mantener las medidas de higiene y prevención y ante cualquier síntoma por menos llamativo que sea, comunicarse con su médico de cabecera.