A propósito del día mundial del internet, reflexionamos como las TIC han revolucionado la sociedad actual. La democratización de la información es un hecho palpable que ha abierto las puertas del conocimiento a todos los niveles. Por el internet estamos a un click de acceder a cualquier información deseable.
En la red se expresan los de derecha, izquierda, heterosexuales, gays, cristianos, católicos, musulmanes, satánicos, solidarios, indignados y todo el que quiera, creando una realidad virtual ilimitada.
Gracias al internet todos estamos conectados. Estamos en las redes sociales de Facebook, Twitter o Instagram. Tenemos blogs con chat para comunicar ideas y hasta pareja podemos encontrar navegando en la red.
Estamos tan conectados en la realidad virtual que nos estamos desconectando de la vida normal.
El internet y las redes sociales se han convertido en la posibilidad de expresar lo que no se haría en lo cotidiano y de manifestar de forma amplificada el narcisismo, exhibicionismo y egocentrismo latente en cada ser humano.
Por tomarse un “selfie” hay gente que ha perdido la vida.
Por responder una llamada o seguir una conversación de chat más de uno ha muerto en un accidente de tránsito.
En interacción en el mundo virtual corremos el riesgo de perder la riqueza del mundo real. Tenemos que despertar antes que la adicción a las TIC nos robe el tiempo, la familia y la existencia.
Las interminables horas de chats y en redes sociales con personas distantes y sin incidencia en nuestra vida es el tiempo de calidad que podemos dedicar a la familia y a los amigos que sí importan y con los que sí contamos.
El tiempo que invertimos en la red en contenidos basura, podemos aprovecharlo en leer libros que nos formen, motiven y fortalezcan nuestra empatía.
El tiempo que pasamos con la cabeza de avestruz enterrada en el celular o el iPad es el tiempo en que podemos reconectarnos con el ser, mirar el entorno y la naturaleza, asombrarnos y embelesarnos ante ella, crear vínculos con personas reales para establecer relaciones sanas y sin riesgo que nos ayuden a ser mejores.
