“Para que nuestras fortalezas prosperen hay cosas que necesitamos ajustar y hacer, de manera intencional, en nuestras vidas”.
Este es el contundente mensaje que mi querida Ana Mercy Otáñez entregó a la audiencia que se dio cita en su encuentro “Conecta con tu grandeza”, donde mostró a una mujer determinada, resiliente y audaz, llena de vida, alegría y gratitud.
Me llena de felicidad verla brillar, superar sus miedos e ir detrás de sus sueños. Desde hace años la he visto dedicar tiempo y energía en las formaciones y entrenamientos que hoy la certifican como una “coach transformacional”.
Su vida ha estado matizada de muchos retos, perdidas y tristezas.
He estado junto a ella en algunos de ellos y he tenido la oportunidad de verla florecer, aprender junto ella y compartir logros y alegrías, luego de ponernos en pie después de cada caída.
Muchas veces he escrito que el primer paso para lograr algo es tomar la decisión de hacerlo. Ana Mercy es un ejemplo vivo de ello. Y desde este escenario le aplaudo por su determinación .
Ella es una guerrera y hoy ya cuenta con las herramientas necesarias, como conferencista vivencial, para ayudar a otros.
Además de hacerle llegar a Ana Mercy mis felicitaciones por su nueva propuesta, quiero compartirle los 5 imperdibles que nos compartió en su conferencia. Sin desperdicios.
1. Reconoce tu poder interior y Descubre tu verdadero potencial.
2. Escucha tu voz interior.
3. Supera los miedos y las limitaciones.
4. Cultiva la confianza y la autorreflexión.
5. Abraza tu autenticidad.
Sobre estos puntos se puede hablar mucho. Podemos escribir y escribir, pero no es lo mismo leerlo que vivirlo. Como nos invitó Ana Mercy, en el hotel El Embajador, los invito a “conectar con tu grandeza , pues no es solo un regalo para ti, sino también para el mundo que te rodea, es un viaje personal y transformador que ayudará a descubrir tu verdadero potencial y brillar”.
Les recuerdo que tú eliges, que somos más grande que toda circunstancia o condición. A lo que sea que apuntes, el poder está dentro de ti, mantén la actitud del “yo puedo”, aunque te parezca difícil, no es imposible.