“Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho”, expresó John Stuart Mill, filósofo y economista inglés, representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo.
La condición humana es lo más elevado que, después de Dios, puede existir, por lo que debe prevalecer por encima de todo.
No obstante a cualquier condición de insatisfacción, el ser humano prudente e inteligente comprende que cuando no se puede lograr lo que se quiere, el paso siguiente es cambiar de actitud.