Un tribunal en Francia condenó este viernes a ocho de los 10 acusados por participar en un millonario robo a mano armada a la celebridad estadounidense Kim Kardashian, ocurrido en octubre de 2016.
La mayor condena fue de 8 años de cárcel y recayó sobre el cabecilla de la banda, Aomar Aït Khedache, de 69 años.
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Otros tres de los acusados por delitos más graves recibieron sentencias de 7 años de prisión: Didier Dubreucq, Marc-Alexandre Boyer y Yunis Abbas.
El tribunal absolvió a dos de los acusados que habían sido señalados como cómplices por supuestamente haber dado información que facilitó a los atracadores ubicar la residencia de Kardashian.
La Fiscalía había pedido entre 4 y 10 años de cárcel para los acusados.
Pese a ello, ninguno de los condenados ingresará en prisión, pues ya pasaron tiempo en la cárcel mientras aguardaban el juicio y el resto de su condena se corresponde con cinco años de condena suspendida.
Y es que una serie de errores hicieron que este atraco estuviera condenado al fracaso desde el principio, y a principios de 2017, tres meses después del incidente, varios de los asaltantes ya habían sido arrestados.
Abbas y Khedache, quienes confesaron su participación en el atraco, se disculparon con Kardashian por lo ocurrido.
Abbas, que ahora tiene 71 años, escribió un libro de memorias titulado "Yo robé a mano armada a Kim Kardashian".
Tras hacerse pública la sentencia, Kardashian agradeció a las autoridades francesas por haber hecho justicia.
"El crimen fue la experiencia más aterradora de mi vida y dejó un impacto duradero en mí y en mi familia", declaró en un comunicado.
"Aunque nunca olvidaré lo ocurrido, creo en el poder del crecimiento y la responsabilidad, y rezo por la sanación de todos", agregó.
La "banda de los abuelos"
La mayoría de los procesados por el robo a Kardahsian nació en la década de 1950, lo que llevó a los medios franceses a apodarlos los "abuelos ladrones".
La noche del 2 al 3 de octubre de 2016, Abbas y cuatro cómplices vigilaron la discreta suite de Kardashian en el Hotel de Pourtalès, en el elegante barrio de la Madeleine de París, cerca de la Ópera y la Place Vendôme.
Alrededor de las 3:00 hora local, irrumpieron en el vestíbulo del hotel, vestidos de policías y armados con una pistola.
Amenazaron y esposaron a Abderrahmane Ouatiki, un estudiante de doctorado argelino que solía trabajar como recepcionista nocturno, y lo llevaron a la habitación de Kardashian.
Al entrar allí le exigieron que les entregara las joyas, la amordazaron, la ataron y la dejaron en el baño.
Una vez que se hicieron con el dinero y los objetos de valor, los ladrones huyeron en bicicleta y a pie.
Cadena de errores
El éxito de los atracadores tuvo corta vida porque cometieron graves errores.
"No tuvieron en cuenta los avances de las técnicas policiales, que ahora pueden encontrar microrrastros de ADN en cualquier lugar", declaró Patricia Tourancheau, reportera de sucesos y autora de "Kim y los abuelos ladrones", un relato exhaustivo del atraco y de la vida de sus autores.
"Cuando se disfrazaron de policías pensaron: 'Ya está, nadie podrá reconocernos'", añadió.
Pero en 2016, París aún se recuperaba de los atentados terroristas del año anterior, y había una gran cantidad de cámaras de vigilancia por toda la ciudad, lo que permitió a la policía localizar a los ladrones y verlos huir con las joyas.
Otros detalles de esta historia sugieren que la planificación de los ladrones fue bastante aleatoria. Al huir del lugar en bicicleta, Abbas tropezó, dejando caer una bolsa con joyas.
Al día siguiente, un transeúnte encontró un collar con incrustaciones de diamantes y lo llevó puesto todo el día en su oficina antes de ver las noticias y darse cuenta de dónde había salido.
La policía arrestó a Abbas y a varias personas más en enero de 2017 y más tarde confirmó que los ladrones habían estado bajo vigilancia durante varias semanas, después de que los rastros de ADN dejados en la escena coincidieran con Aomar Ait Khedache, también conocido como "Omar el Viejo".
Tourancheau, autora del libro sobre el atraco, dijo estar "fascinada" por el "enfrentamiento entre estos ladrones de la vieja escuela de la periferia parisina y una estrella mundial de las redes sociales".
"Ellos huyeron en bicicleta y ella vuela en jets privados", contó.
"Son un grupo de ladrones ancianos y sin recursos, siempre están en bancarrota, siempre involucrados en planes enrevesados… y se enfrentaron a alguien muy famoso y ni siquiera sabían quién era".
La banda no era de "élite", como se sugirió al principio, añadió. "Esta no es la flor y nata del bandolerismo francés. La verdad, son unos perdedores. Son el mismo tipo de gente que en los años 60 y 70 robaba bancos u oficinas de correos, y que luego se dedicaron al narcotráfico y después a las joyas porque era más fácil", señaló.
El rastreo policial de los teléfonos de la banda reveló que, poco después del robo, Omar el Viejo viajó de París a Amberes, Bélgica, donde se vende el 50% de los diamantes pulidos y el 80% de los diamantes en bruto del mundo, según la Oficina de Inversión en Diamantes.
Se informó que muchas joyas fueron fundidas o destruidas y vendidas. Abbas recibió 75.000 euros (US$85.000); los otros mucho menos.
En cuanto al anillo de compromiso de Kim, Omar el Viejo afirmó que la banda tenía muchos temores de venderlo, ya que era muy fácil de rastrear. Nunca ha sido encontrado.
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