Santo Domingo.–Las dificultades a que algunas personas se refieren para la adopción de un niño o niña no son más que las precauciones a que se acoge el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) para asegurarse que los infantes estarán muy bien.
Así lo expresó la directora del Conani, Kirsis Fernández, durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, acompañada de la directiva de esa institución.
Sin embargo, el proceso para cumplir con todos los requisitos se extiende por un año, como ocurre en otros países, dijo Fernández.
Mientras que el celo que muestran los encargados de los procedimientos de una adopción lo demuestran en cada acción, porque constituye la ruptura de un vínculo y el inicio de un nuevo ciclo de vida, como lo manifestó Librada Vidal, encargada del departamento de Adopciones del Conani.
Explicó que la parte difícil y delicada del proceso lo representa la depuración tanto del candidato a adoptar, en este caso el niño, niña o adolescente, como de la pareja que busca aplicar favorablemente.
Entre las documentaciones requeridas están el currículo de vida de la pareja, si es una pareja casada, pruebas físicas y sicológicas, para posteriormente tramitar la solicitud de adopción.
Vidal aseguró que con todos los documentos de los interesados en adoptar a los niños y adolescentes, entonces el Conani procede a realizar una profunda investigación para determinar si ciertamente califican para la entrega de los infantes como lo estipulan las leyes.
“El año pasado se completaron 54 adopciones con sus sentencias”, reveló.
Los menores con mayor demanda por parte de las parejas tienen edad que oscila entre 0 a 3 años.
Los interesados
La directora del Conani, Kirsis Fernández, informó que el 70 por ciento de las adopciones aprobadas fueron tramitadas por dominicanos y el porcentaje restante por parejas de extranjeros, quienes deben acatar y cumplir cada uno de los requisitos exigidos por ese organismo.
Presupuesto
Uno de los principales escollos que enfrenta el centro en sus operaciones lo constituye la parte económica.
“Tenemos un bajo presupuesto”, expresó Fernández, precisando que esa situación financiera afecta el desempeño de los profesionales entregados a la labor que realiza el Conani.
En los últimos cuatro años ha recibido apenas RD$730 millones, que la funcionaria califica de insuficientes.
Según la ley 56-03, al Consejo Nacional de la Niñez le corresponde el 2% del Producto Interno Bruto, pero actualmente recibe un monto que no le permite cumplir cabalmente con sus obligaciones, según dijo Fernández.
La funcionaria dijo que la institución opera gracias a las donaciones que recibe de entidades locales y organismos internacionales.
Manifestó que hay una menor presencia de menores en las calles, lo que atribuye a una mejor situación prevaleciente en los hogares del país.