El ataúd con los restos del cantante mexicano José José es llevado al Auditorio del Condado de Miami Dade. Archivo.
MIAMI.— Con unas emotivas palabras de las hijas de José José se llevó a cabo el domingo un acto privado en el Miami Dade County Auditorium que antecedió al velorio público del cantante mexicano, mientras afuera varios cientos de admiradores esperaban para darle su último adiós al llamado Príncipe de la Canción.
La hija menor del artista, Sarita, agradeció a todos en nombre de su familia desde el “fondo de nuestro corazón».
Llevaba gafas oscuras y apenas pudo contener el llanto.
“Gracias por recordar a mi papá, por tenerlo en sus corazones. Que nunca muera su música por favor», logró decir entre lágrimas.
“Gracias por venir, ustedes son nuestra familia. Todo Miami. Gracias por recibir a mi papá hace más de 30 años y ayudarlo a salir adelante, ayudarlo a renacer. Gracias. Teníamos que hacer esto por ustedes. No somos nada sin Miami y México y el mundo entero. Que viva el príncipe».
También habló Marysol, hija de José José de un matrimonio previo que llegó desde Miami con su hermano José Joel, y que citó el salmo 23:3: “Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre».
“Yo tuve un muy hermoso papá», dijo Marysol.
“El tiempo que yo estuve con él me dio lo mejor de él. Tuve la dicha de despedirme de él; no fue de la manera más adecuada definitivamente, pero le agradezco para siempre… el amor que depositó en nosotros sus hijos para nosotros podérselo seguir brindando a todos ustedes».
José José falleció el 28 de septiembre a los 71 años En el breve acto privado, que se transmitió por Univision, pudo verse a Sara, la viuda del cantante, sentada en el escenario junto al féretro con los restos del ícono de la música romántica, que estaba cubierto por un enorme arreglo de flores blancas. Al fondo, había un grupo de mariachis vestidos todos de blanco.
También hablaron el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, así como el cónsul general de México en Miami, Jonathan Chait. “Nació en México pero tuvimos la suerte de tener a José José aquí viviendo en nuestro condado», dijo Giménez, quien destacó que pese a vender 100 millones de discos el cantante “nunca dejó que la fama lo cambiara» y se mantuvo como un hombre humilde y amable.
Chait, en tanto, expresó su pésame a la familia en nombre de las autoridades mexicanas a ambos lados de la frontera y reconoció que han sido “días muy difíciles» para la familia, amigos y admiradores del intérprete.
“Seguirá siendo un hombre muy querido y recordado», dijo.
“Más que un adiós, decimos hasta siempre al Príncipe de la Canción».
Los restos del astro llegaron en un coche fúnebre negro al Miami Dade County Auditorium, un teatro en el corazón de Miami donde con frecuencia se realizan conciertos de artistas latinoamericanos, al igual que espectáculos de ballet y orquestas sinfónicas.
Admiradores que aguardaban en la fila a unos 20 metros empezaron a gritar a coro: “José José vivirá». Rosa Prudente, una mexicana de 48 años que vive en Miami y lideraba los cánticos, dijo que sentía mucho dolor y tristeza.
“Se nos fue el último que nos quedaba de los más fuertes de México», manifestó.
“Es una pérdida irreparable». Varias horas antes de que se abrieran las puertas del recinto, fansáde México, Perú, Colombia, Argentina, Puerto Rico y República Dominicana, entre otros países, esperaban para ver al féretro con los restos embalsamados del artista, que fueron trasladados en una caravana desde la funeraria hasta este centro de las artes en el corazón de Miami.
Luis Acevedo, un dominicano de 69 años que vive en Nueva Jersey y que estaba entre los primeros en la fila, viajó especialmente para despedir a su ídolo. “Con sus canciones uno se enamora, uno dedicaba sus canciones a las novias», recordó el hombre, vestido de negro y con un sombrero para protegerse del intenso sol.
“Él muere y quedan los grandes sentimientos». El puertorriqueño Rafael Rosario, de 53 años, recordó que hace tiempo se lo encontró en un supermercado de Miami mientras hacían sus compras, lo saludó e intercambiaron algunas palabras.
José José llevaba años viviendo en el sur de la Florida.
“Era una persona normal, hablaba con todo el mundo. No se escondía», dijo tras recordar que cantaba sus canciones desde niño.
La peruana María Elena Peñaloza se describió como su “fan número uno desde chica» y dijo que lo vio en tres conciertos en Lima. Residente ahora del sur de la Florida, manejó casi una hora con su esposo desde el vecino condado de Broward para despedir al artista.
“Es un maestro de maestros», dijo. “Su música va a perdurar toda la vida».
Mientras esperaban para entrar, los admiradores entonaban algunos de los clásicos del Príncipe de la Canción, cuyos éxitos incluyeron “El triste», “40 y 20″, “La nave del olvido», “Gavilán o paloma» y muchos otros.
La ceremonia abierta al público se realiza dos días después de un velorio privado en una casa funeraria a la que acudieron familiares, amigos y un puñado de celebridades. En el sur de la Florida residen la hija menor del artista y su viuda.
Sus hijos mayores, de un matrimonio anterior, llegaron tras conocer la noticia del deceso y denunciaron que su hermana no les ofrecía información sobre el paradero de su padre ni detalles sobre los preparativos funerales.
Ambas partes llegaron a un acuerdo informal en el consulado de México en Miami y dijeron que realizarían ceremonias tanto en el sur de la Florida como en la Ciudad de México. Para despejar rumores sobre las tensiones entre ellos, los tres hijos aparecieron juntos y ofrecieron breves declaraciones a la prensa en el velorio privado.
José Joel Sosa, el hijo mayor, dijo que como era obvio ahora ya sabían dónde estaba el cadáver. Sin embargo, no han revelado dónde reposarán definitivamente los restos del artista, cuyo verdadero nombre era José Rómulo Sosa Ortiz.