Las elecciones presidenciales y las municipales no equivalen única y exclusivamente a levantarse temprano a hacer una fila para ir a marcar el rostro del candidato de nuestra preferencia y esperar los boletines con los ganadores, van más allá de esas acciones.
Cada cuatro años los ciudadanos dominicanos tenemos en nuestras manos el poder que la Constitución nos otorga como pueblo soberano para robustecer no sólo la democracia sino también el sentimiento patriótico honrando a los próceres Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez y a todos los héroes y heroínas que se entregaron en cuerpo y alma para que hoy vivamos en una nación libre e independiente.
Acudir el próximo 19 de mayo a ejercer el voto en las elecciones presidenciales y congresuales por nuestra preferencia electoral es una confirmación de que deseamos seguir viviendo en un Estado cuyo principio transversal es el respeto a la dignidad y a la protección efectiva de los derechos de cada uno de nosotros.
En las elecciones del pasado 18 de febrero me llené de orgullo y optimismo al distinguir que en la composición de los miembros o funcionarios del Colegio Electoral por parte de la Junta Central Electoral, en donde me correspondía sufragar, la mayoría eran personas sumamente jóvenes y esto me indujo a pensar que en ellos surgió la idea de servir a su país asumiendo el compromiso de cooperar con la democracia de la República, administrando un proceso que ciertamente conlleva una actuación de imparcialidad y transparencia.
En ese sentido, el llamado es que al igual que esos jóvenes que sienten el deber de servir a su país, todos los dominicanos que nos encontramos hábiles para sufragar asumamos el compromiso de decidir, de que nadie lo haga por nosotros, de acudir a nuestro recinto electoral y que lo hagamos con la conciencia de que con nuestro sufragio fortalecemos la democracia, ponemos en alto el legado de nuestros padres de la patria, mantenemos viva la memoria de los restauradores, nos constituimos en un modelo de bienestar social en la región, y lo más importante, aportamos para seguir siendo el “país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol” dispuesto a sentar las bases de un país mejor.
¡Vayamos a votar!
