SANTO DOMINGO.- Al no ser la primera vez que el transportista Blas Peralta es vinculado a un asesinato, la familia Lespín Almonte residente en Piedra Blanca, Bonao, ve en su reciente arresto otra oportunidad para que “pague” por los demás hechos que presuntamente ha cometido.
Así lo expresó a EL Día, Tobias Lespín, hermano de Camilo Lespín Almonte, quien en el 2009 fue ultimado en una manifestación de camioneros liderada por la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) ocurrida en Maimón.
Desde el momento del hecho la referida familia aseguró que Peralta fue el autor de la muerte del sindicalista Lespín Almonte, sin embargo, sostienen que utilizando sus influencias logró evadir la justicia y en su lugar incriminó a su chofer.
En ese entonces Peralta fue favorecido con una garantía económica de un millón de pesos e impedimento de salida del país. Por la muerte fue condenado a 20 años de prisión Leoncio López Hernández.
“Con mi hermano el logró escaparse porque pagó mucho dinero para que lo sacaran del expediente, pero ahora lo agarraron prácticamente con la mano en la masa. Ahora la justicia debe hacerlo que él pague”, manifestó el hermano del occiso.
Narró que con la muerte de su pariente quedaron tres niños menores de edad en la orfandad y casi sin sustento económico.
“Mi hermano era quien suplía a esa familia y ellos debieron vender una camioneta de dos que él tenía”, indicó.
La Fiscalía asegura que en el asesinato de Aquino Febrillet, el transportista también pretendía buscar a otra persona para incriminarlo, así como eliminar evidencias para evadir la persecución penal en su contra.