Con la pretensión de alabar

Con la pretensión de alabar

Con la pretensión de alabar

Rafael Ramírez Ferreira

Con la pretensión de alabar por siempre
El accionar de nuestros políticos
Porque… “Es necesario que se produzcan
Escándalos cuando es por el bien de todos”

El camino de la verdad es ancho y fácil
de hallar; el único inconveniente
Estriba en que los hombres no lo buscan.
Confucio.-

Nos conformamos con poca cosa y por eso me figuro, lo diferente que fuese si nuestros nunca bien ponderados políticos, en vez de ser y comportarse como puro sustantivo, descubriesen lo efectivo, placentero y conveniente para ellos y el país, descubrir, convertirse y comportarse como si fuesen verbo.

La inflexibilidad en su comportamiento, convierte en un desecho hediondo y purulento todo su accionar. Ante los problemas nacionales se muestran apáticos, sordos, mudos y ciegos. Porque, además de ellos reconocer que somos un pueblo repleto de pendejos, como expreso un amigo, también los hay tontos, bobos, sinvergüenzas, descerebrados y hasta antipatriotas impenitentes que venden sus almas al mismo diablo, sin importarles un bledo este pedazo de isla. Además, consideramos que todos estos apelativos les caen como anillo al dedo, faltando muchos más.

Ante los embates de estos desconsiderados, el pueblo se muestra como borregos a los que les han castrado su libre albedrio, raciocinio y hasta la decencia para vivir en una comunidad de personas, asentadas en un mismo territorio, que comparte etnia, lengua, historia y tradiciones, todo lo cual crea una conciencia y destino común, esto es, para decir que somos una nación y no un país.

El grupo musical Cultura Profética, expresa este comportamiento muy bien en una de sus composiciones al decir; “Pero bueno, es que hoy todos quieren ser primero pero, en cada examen que doy, se van con cero… hablan tanto, que hay que ponerles un babero pa’ que no manchen de baba el ego”. Pareciendo esto, como si se refirieran a nuestros políticos.

Porque al parecer y quizás, solo quizás, la solución de los problemas que nos aquejan como nación, no está en los políticos, no está en los partidos, ya que hasta ahora no han podido resolverlos, más bien, son especialistas estructurando y produciendo los mismos. Quizás haya que volver a Capotillo, a una nueva Restauración, esta vez, de los principios éticos y morales, con o sin sangre, pero, eso sí, con el sacrificio de todos.

A los políticos hay que obligarlos de una u otra manera a que cambien, no con mentiras ni sortilegios o la oratoria cínica, burlesca, mafiosa y llena de mentiras a la cual nos han acostumbrado, sino, con verdades, con hechos, porque para distracciones ya está más que bueno, aunque la miel, no se hizo para el hocico del burro.

Parecería una perogrullada pero no es así. La eterna “buena voluntad” de nuestros representantes continuara impertérrita; continuaran regalando canastas, canastillas, botellas y botellones a diestra y siniestra sin que todo este clientelismo absurdo y humillante les cueste un solo centavo, porque en el nuevo “presupuesto”, disponen de más dinero, incluyendo el asignado a la propia justicia, precisamente, la llamada a servir de vigilante ante las acciones de ellos y ponerles total y radicalmente el freno.

A todo esto, los que presentan y elaboran el llamado presupuesto nacional, no osan rebajarles a estos benefactores políticos, un solo centavo y mucho menos, eliminar los barriles, barrilitos y toneles, donde y desde, hasta los hoteles hay que pagarles a los sufridos representantes, en adición a su mísera dieta por cada sufrida, agotadora y productiva sección de “trabajo”.

Definitivamente, cualquiera puede pensar que no tenemos escapatoria, que sin lugar a dudas, ya estamos jo….s. ¿Y el Robert Reid Cabral? ¡Bien, en total Solidaridad! ¡Si señor!