Hablar de sexualidad con sus hijos significa tener una comunicación abierta y consciente de la sexualidad. Esta debe ser asertiva, transmitiendo la información con objetividad, reconociendo que la sexualidad es parte de la vida.
Hablar de sexualidad con los hijos no los incita a comenzar su vida sexual activa a destiempo, ser permisivos, sino, a evitarles problemas en su desarrollo, tales como ser abusados o violados, mantener relaciones abusivas, adquirir ITS (infecciones de transmisión sexual) y hasta trastornos sexuales en su futuro adulto.
Algunos entienden que esto significa variar los valores de la familia y no educar en valores y es todo lo contrario; hablar de sexualidad es aprovechar para educar en valores.
Vivimos en una sociedad sexualizada a través de los medios de comunicación, llevando informaciones para las que los niños no está preparados todavía. A los padres les toca clarificar estas informaciones para que sus hijos se desarrollen adecuadamente y tengan de adultos, una vida plena.
Los padres tienen que informarse para proporcionar las respuestas precisas y claras, utilizando un lenguaje acorde a la edad y el conocimiento del hijo.
Cuando le pregunte, cerciórese de lo que quiere saber haciendo usted una pregunta para clarificar para usted mismo.
Escuchar más y hablar menos es la clave. No dar un discurso, solo contestar lo que quieren saber, sin abundar. Es importante hablar de amor y respeto. Los padres demostrarlo, será maravilloso ejemplo.
Los hijos tienen que ser testigos de estas dos condiciones, imprescindibles para una buena relación familiar y una sana sexualidad.
